Vivir en Sevilla

Un paseo de tradición

  • El desfile inaugural de Sevilla Capital del Enganche discurrió por el casco histórico, una estampa propia de los siglos XIX y XX.

Una niña francesa de pelo rubio y tez nívea se descalza sus sandalias y coloca sus pies sobre el mármol de la fuente de la Plaza de España. Está sentada en el poyete y observando a otra, morena y espigada, que al igual que algunas más se tomaba fotos en la emblemática construcción de Aníbal González vestida de primera comunión. Al momento, la atención de ambas chiquillas se concentró en el mismo punto: un monumental coche de caballos hacía su entrada en la glorieta. Un mail-coach de 1890 -cuarta a la calesera de collerón tirado por equinos holandeses- que fue de los primeros en acceder ayer al recinto patrimonial y preparar el inicio del desfile inaugural de Sevilla Capital Mundial del Enganche. Por segundo año consecutivo y organizado por el Ayuntamiento y el Real Club de Enganches de Andalucía (RCEA), se celebró este vistoso carrusel de tradición equina -que conserva el aúra de los siglos XIX y XX- para el disfrute de locales y foráneos. 

El desfile comenzó con retraso, unos 20 minutos después de las 17:00 (la hora prevista). Algunos carruajes no fueron puntuales y otros, o no llevaron el número de posición adecuado, o ni lo llevaban directamente. La organización se encargó de subsanar los despistes reordenando los vehículos, mientras los coches de caballos y sus pasajeros se mezclaban con las habituales limoneras turísticas que discurren por el casco histórico. Así, no fue extraño que un turista nipón insistiese -sin éxito- en alquilar para un paseo un sport-break a la calesera con borlaje. Con los coches tomando posiciones, junto a la estatua de Aníbal González, una familia sevillana cargada con sillas plegables -"la costumbre de la Semana Santa", indicó la matriarca- se disponía a ubicarse para ver el espectáculo y no perder detalle. "Esto no se ve en ningún lugar del mundo. Es único", exclamó a pocos metros de ellos Mario Rodríguez, un visitante mexicano. Con algo de prisa y ocasionando pequeñas molestias a los conductores que entonces pasaban por la Glorieta de los Marineros Voluntarios, la treintena de limoneras, troncos, tresillos y cuartas que compusieron el desfile abandonaron el Parque de María Luisa rumbo al centro de la ciudad. 

En la Plaza Nueva, frente al Ayuntamiento, se realizó una parada en el recorrido. Fue éste el momento elegido por el teniente de alcalde y delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano, y por el presidente del RCEA, Jesús Contreras, para saludar a los dueños y los cocheros de los carruajes, entre los que hubo algunos llegados desde Portugal y de distintos puntos de la geografía española, como Cartagena y Valencia. Ambos representantes de las instituciones organizadoras mostraron su entusiasmo por la meteorología que acompañó a la cita y felicitaron a los participantes por la exhibición. La recepción oficiosa y los reportajes fotográficos que los allí congregados estaban tomando se vieron interrumpidos cuando uno de los caballos resbaló y cayó al suelo. El acerado de la céntrica plaza volvió a obligar a patinar a los equinos, mientras retomaban el camino de vuelta a la Plaza de España. 

Hoy se desarrolla el II Concurso Internacional de Enganches de Tradición Ciudad de Sevilla Copa de Naciones y II Campeonato de España, a partir de las 10:00 en la Plaza de España, a la que seguirá un recorrido por la urbe y la prueba de manejabilidad, a las 13:00 en los jardines del Prado. Como colofón a estos días, mañana se celebrará la XXX Exhibición de Enganches en la Real Maestranza.

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