La botellona sigue siendo la asignatura pendiente de la Feria. Una vez que ha desaparecido de la portada y el real, el pasado año tomó las calles más cercanas al recinto ferial, con el consiguiente perjuicio para los vecinos de Los Remedios, que cada mañana se levantaban con toneladas de basura en las puertas de los bloques de pisos tras la ingesta de alcohol de cientos de jóvenes. Por este motivo, y al ser la última Feria de este mandato, el propósito de la Delegación municipal de Seguridad y Movilidad es acabar con la botellona en el mencionado barrio, sin duda, la principal novedad del plan configurado este año para dicha celebración.

El plan de seguridad para la Feria de 2015 entró ayer en vigor y se mantendrá hasta las dos de la madrugada del lunes 27 de abril, dos horas después de que los fuegos artificiales pongan fin a siete días de farolillos. El dispositivo de la Policía Local lo conforman 546 efectivos dedicados exclusivamente a la Feria, una cifra que, según el delegado de Movilidad y Seguridad, Juan Bueno, es "similar" a la de 2014. La principal novedad en sus funciones radica en que la vigilancia para evitar la botellona no sólo se llevará a cabo en el recinto ferial, sino también en las calles aledañas de Los Remedios. Para ello, en palabras de Bueno, "se han vallado algunas zonas" con el fin de evitar estas concentraciones que, tras lograr hacerlas desaparecer del real, se trasladaron el año pasado a los alrededores, lo que generó graves problemas de seguridad y una imagen bastante deplorable de la fiesta que sirve de escaparate de la ciudad. Serán 10 patrullas de la Policía Local las que se encarguen de esta labor. El vallado en calles como Virgen de la Antigua -la más afectada la última Feria por la botellona- comenzó ayer.

El dispositivo de seguridad de la Feria también lo integran 1.698 agentes de la Policía Naciona, una cifra que, según la Delegación del Gobierno, suma 87 efectivos más que el año pasado. Estos agentes se dividen en tres turnos: 208 por la mañana, 727 por la tarde y 763 por la noche. La Policía Nacional apoyará a la local en la prevención de las botellonas. Para tal cometido, los equipos de refuerzo en la zona irán en aumento desde las 19:30 a las 03:00, con un máximo de 40 agentes en este enclave en horas puntas. También se tendrá especial vigilancia con las casetas públicas para que cierren a la hora acordada, las 03:30.

Lo que no aclaró el delegado de Seguridad es si este año quedará prohibida la venta de alcohol en los establecimientos cercanos a la Feria, como sí se permitió la última edición a algunas tiendas hasta las dos de la madrugada. Un informe facilitado a este periódico demostró que la falta de planificación en el dispositivo policial y la escasez de agentes dificultaron el control contra las botellonas en zonas aledañas al recinto.

El plan de seguridad se completa con 90 efectivos del Cuerpo de Bomberos, que tendrán cuatro retenes en las calles Alfredo Krauss, Antonio Bienvenida, Joselito El Gallo y Juan Belmonte. A ellos se une una embarcación en el Club Náutico. Protección Civil cuenta con 25 efectivos.

Por otro lado, el plan de tráfico para la Feria se activará 24 horas antes de que se encienda el alumbrado y se mantendrá en vigor hasta las doce de la noche del 28 de abril. En este periodo la Avenida de María Luisa tendrá un sentido único desde la Glorieta de San Diego hacia la de Marineros Voluntarios. Virgen de Luján también tendrá sentido único desde la Glorieta de las Cigarreras hacia Santa Fe.

En cuanto a los aparcamientos, el número de plazas disponibles en el Charco de la Pava (con una tarifa de siete euros) es de 10.677 y contará con un servicio gratuito e ininterrumpido de lanzadera. Quienes hayan retirado su abono de aparcamiento contarán con 1.600 plazas en el P-4, P-6 y P-1. Los motoristas tendrán a su disposición aparcamientos gratuitos en Tablada, la Avenida Juan Pablo II y otros lugares acondicionados. Habrá también aparcamientos reservados para bicicletas en Juan Pablo II, Presidente Adolfo Suárez y Glorieta Virgen de la Oliva.