FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Feria de Abril

¿De Alicante o de Triana?

  • Sevilla adoptó a este alicantino la tarde del 25 de abril de 1985 por su faena a un toro de Torrestrella alternando con Emilio Muñoz y Curro Durán Hizo el paseíllo en treintaiocho corridas de Feria

JOSÉ María Manzanares es, posiblemente, el torero nacido arriba de Despeñaperros que más predicamento tuvo en Sevilla en los últimos años del siglo XX. Como le ocurriera en su momento a Santiago Martín El Viti, a Josemari le costó trabajo meterse de lleno en el corazón de Sevilla, pero ahí se quedó gracias a una faena a un toro de Álvaro Domecq la tarde del domingo 21 de abril de 1985 alternando con Emilio Muñoz y Curro Durán.

José María Dolls Abellán, nacido en el alicantino barrio de Santa Cruz el 14 de abril de 1953, se presentó en Sevilla como novillero el 15 de agosto de 1970 con Marcelino y José Luis Galloso para matar un lote de Gallardo. No pasó gran cosa, pero dejó la impronta de torero. A lo largo de su larga carrera, hizo el paseo en la Maestranza en 45 ocasiones, de las que 38 se produjeron en Feria, yendo a su esportón dieciséis orejas. Como en los toreros de su corte, la cantidad de trofeos no guarda relación con la calidad.

Su bautismo como torero de Feria de Sevilla se produce el 10 de abril de 1972 en un cartel de no mucho relumbrón. Aunque su lujosa alternativa en Alicante fue un éxito con padrino y testigo de tronío en las figuras de Luis Miguel Dominguín y El Viti, Josemari estaba en la ardua tarea de encontrar su sitio en el toreo y éste se hacía esperar. Por lo tanto, toros de María Pallarés para Antonio Ignacio Vargas, Ruiz Miguel, Antonio Rojas y él.

Es de más fuste el cartel de su segunda tarde. Tres días después se anuncia con toros de Diego Puerta, siendo flanqueado en el paseíllo por Jaime Ostos y el malagueño Miguel Márquez. Ahí ya pasan más cosas y Josemari muestra su satisfacción en la vuelta al ruedo. Y es que lleva en la mano la primera oreja que corta en Sevilla después de tres novilladas y una corrida de toros, dos años después de su debut.

Se queda fuera de los carteles en un par de ferias y retorna en 1975. No pasa nada y vuelve a quedarse sin torear en Sevilla al año siguiente para reaparecer en el 77 ya con la vitola de muy importante en el escalafón. La prueba es en qué carteles entra, pues si mata primero una corrida de Núñez con Curro Romero y Paquirri, en su segunda tarde se anuncia con toros de Torrestrella junto a Paco Camino y El Viti. Está muy bien en las dos, pero la primera es una corrida apoteósica en la que triunfan con clamor los tres para que Paquirri salga por la Puerta del Príncipe.

En el 78 corta oreja en las dos tardes. La primera es con toros de Núñez junto a Paquirri y Manolo Arruza; la segunda se acompaña de José Luis Galloso, su sempiterno compañero cuando novillero, y de José Antonio Campuzano para dar cuenta de una muy brava corrida de Torrestrella. Por entonces ya Josemari es un torero muy del gusto de Sevilla, pero, nada hay nuevo bajo el sol, y el triunfador se quedaba fuera al año siguiente... y al otro.

Reaparece en 1980 y testifica el sábado de preferia, 19 de abril, dos sucesos de indudable trascendencia en la historia del toreo. Uno es el debut en Sevilla de un chaval de Espartinas que fue figura de la novillería sin haber pisado el ruedo del Baratillo; se trata del hijo de Espartaco, también apodado así y de nombre Juan Antonio. El otro acontecimiento es la quinta y última salida por la Puerta del Príncipe de Curro Romero y ambos los presencia como triunfador también, pues cuaja un toro de Núñez.

Al año siguiente le hace una gran faena a otro toro de Núñez la tarde de la reaparición de Rafael Chicuelo junto a Curro, en el 82 torea por única vez el Domingo de Resurrección, en el 84 desoreja a un toro de Garzón la tarde de la grave cogida de Manolín el cabestrero y mata la de Miura, en el 85 cuaja su gran faena en la Maestranza, la que le consagra para los restos como torero de Sevilla. Un toro de Torrestrella en el 87, otro de Alcurrucén en el 92...

Y en ese 92, la tragedia de ver cómo muere en la plaza Manolo Montoliú, ese banderillero que soñaba con ir en su cuadrilla y que caía en banderillas por la certera cornada de Cubatisto, toro de Atanasio Fernández la tarde del 1 de mayo. Ese mismo año torearía un festival en homenaje a Ramón Soto Vargas, cogido de muerte el 12 de septiembre en el mismo sitio. Así como en San Miguel del 84 se quitó del cartel acongojado por la muerte de su querido Paquirri dos días antes, en el 92 vivió bien de cerca la tragedia y la verdad del toreo.

En el 96 cuaja a lo grande un toro de Cuvillo alternando con Joselito y Jesulín. Triunfa en el 2000 con un toro de Victoriano del Río en compañía de Rivera Ordóñez y de Morante. Vuelve en 2005 anunciado junto a su hijo y Salvador Vega y al año siguiente se corta inopinadamente la coleta en emotiva ceremonia que protagoniza su primogénito.

Es el 1 de mayo en una mixta junto a Hermoso de Mendoza y Cayetano, que debuta como novillero. Se estrella con un lote infumable de Alcurrucén y eso le lleva a irse. Y todo el toreo presente lo saca en volandas por una puerta soñada y nunca conseguida, la del Príncipe. Ocho años después, 28 de octubre de 2014, fallecía repentinamente en Campo Lugar, su finca cacereña, este alicantino que más parecía de Triana o, quizá, de San Bernardo.

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