Human Rights Watch (HRW) ha denunciado violaciones "graves" de los derechos humanos cometidas por grupos armados de la oposición siria, como secuestros, torturas y ejecuciones de seguidores del presidente Bachar al Asad, algunos de ellos civiles, en su último comunicado sobre el país árabe.

HRW dirigió una carta al Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal agrupación opositora, y otras organizaciones para llamar la atención sobre los abusos contra miembros de las fuerzas de seguridad, partidarios del Gobierno y personas identificadas como shabiha, matones al servicio del régimen de Damasco.

Algunas de esas violaciones están motivadas por sentimientos contra las comunidades chiíes o alauitas, credo al que pertenece el presidente, al asociarlas a las políticas del régimen, destaca el grupo. Según la directora de Oriente Medio de HRW, Sarah Leah Whitson, "las tácticas brutales del Gobierno sirio no pueden justificar los abusos por parte de grupos armados de la oposición". "Los líderes de la oposición deberían dejar claro a sus seguidores que no deben torturar, secuestrar o ejecutar bajo ninguna circunstancias", apuntó Whitson.

Pese a que HRW reconoce que muchos de los grupos antigubernamentales que violan los derechos humanos no siguen al CNS ni responden a una cadena de mando organizada, considera que el liderazgo opositor sirio debería condenar esos abusos. Y recuerda que el pasado 1 de marzo el CNS creó una oficina especial para coordinar y supervisar la acción de los grupos opositores armados, entre ellos el Ejército Libre Sirio (ELS), el más activo contra el régimen.

La organización estadounidense basa su denuncia en el testimonio de testigos y vídeos difundidos en Youtube. Según algunas de esas grabaciones, bandas armadas podrían haber ejecutado a personas supuestamente vinculadas a crímenes contra la oposición.

HRW cita al responsable de relaciones con los medios de comunicación del batallón Al Faruq del ELS, que reconoció la ejecución de un miembro del servicio de la Inteligencia Aérea, considerado el máximo órgano represor del régimen. "La muerte de un miembro de la Fuerza de la Inteligencia Aérea fue un acto de venganza porque ese cuerpo (de seguridad) es responsable de asesinatos horribles en Homs", indicó el responsable del ELS, según HRW. La ONG lamenta, además, el secuestro de efectivos de las fuerzas prorrégimen y de ciudadanos iraníes por parte del miembros del ELS y otros grupos armados, que también llevan a cabo raptos de civiles. Pone como ejemplo el testimonio de un ciudadano de credo alauita, identificado como Marwan y residente en el barrio de Karam al Zeitun del bastión opositor de Homs, en el centro del país.

Marwan contó a HRW que el pasado 23 de enero un grupo armado no identificado entró en su barrio y secuestró a sus padres en su vivienda. Al día siguiente, la banda armada lo llamó por teléfono y le pidió un rescate de dinero y armas, pero, un día después, el jefe del grupo le comunicó que habían ejecutado a sus padres.

Después, Marwan vio los cadáveres de sus progenitores en un vídeo de Youtube. También, HRW hace mención a varios vídeos en los que miembros de las fuerzas de seguridad aparecen confesando delitos, "bajo circunstancias en las que parece que hicieron sus declaraciones bajo coacción".