Mapa de Músicas

Sexo y fatalidad

  • Deutsche Grammophon publica la polémica producción de la 'Lulú' de Alban Berg que Olivier Py presentó en el Liceo

Berg: Lulú. Solistas. Orquesta del Teatro del Liceo. Michael Boder. Olivier Py. Deutsche Grammophon (2 DVD) (Universal)

A la muerte de Alban Berg, el tercer acto de Lulú estaba sin orquestar. Aunque los trabajos pendientes no presentaban dificultades serias para un buen profesional, la viuda de Berg se negó en redondo a permitirlos y no fue hasta su fallecimiento que la obra pudo ser completada: el encargo lo recibió Franz Cerha, y la versión definitiva en tres actos se estrenó en París en 1979. El resultado es completamente satisfactorio y desde entonces es prácticamente la única opción que presentan los teatros.

Es Lulú obra compleja y dura, dominada por el destino en forma de deseo incontenible que se teje en torno a su protagonista, la mujer fatal por excelencia, el ser amoral y perverso que ha conocido el éxito mundano y arrastra en su caída a todos los hombres (y a una mujer, la condesa Geschwitz, convertida al final en su amante) con los que su camino se cruza, para terminar sus días como prostituta en un infecto callejón de Londres, donde será asesinada por Jack el Destripador.

En noviembre de 2010, el Liceo de Barcelona presentó la obra en una polémica producción de Olivier Py que se había visto ya en Ginebra. El drama se desarrolla en una sobrecargada escena, de permanentes acciones simultáneas, colores estridentes e iconografía que remite al mundo de George Grosz u Otto Dix. Las referencias al sexo son constantes, pues tras la acción principal se levanta toda una ciudad transparente de burdeles, sex shops y cines porno por el que transita una fauna llena de obsesos, furcias y proxenetas. El coliseo catalán se vio obligado a incluir una nota de advertencia en la oferta de la producción, calificándola como no recomendable para menores de 16 años, un aviso que se repite también en el DVD que acaba de editar Deutsche Grammophon. Teniendo en cuenta la temática de la obra, nada fuera de lo común se ve en escena, y las acusaciones de "pornografía" que se le hicieron en su día resultan enteramente gratuitas.

Una pena que este remedo de escándalo haya puesto sordina a una apuesta teatral que plantea algunas dudas en cuanto a su eficacia en la clarificación de la trama (las acciones simultáneas, los movimientos constantes del decorado y los colores agresivos llegan al exceso y pueden causar aturdimiento), pero que resulta interesante, aunque no original, en su planteamiento de fondo: Olivier Py rescata a Lulú de su depravación, convirtiéndola en una víctima de los hombres, una mujer dominada por una fatalidad inexorable que la conduce al desencadenamiento de la tragedia. Patricia Petibon hace un trabajo excepcional, de una versatilidad extraordinaria, tanto en lo teatral como en lo vocal, dibujando una protagonista conmovedoramente humana. En su torno, Julia Juon, Robert Wörle, Will Hartmann, Paul Groves, Ashley Holland, Kurt Gysen, Franz Grundheber, Silvia de la Muela y varios solistas más conforman un universo de personajes sólido y homogéneo, al que la batuta de Michael Boder crea un marco oscuro y ominoso, cargado de tensiones y claroscuros. Brillante.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios