"No es la primera vez que damos una vuelta de tuerca, pero ésta es mayor que cualquier otra anterior", avisa Paco Cerrejón, organizador y director del Encuentro del Cómic y la Ilustración de Sevilla, sobre la XIII edición de la cita, que expandirá sus actividades desde finales del próximo mes de noviembre hasta enero del próximo año. Y la vuelta de tuerca, amén de algunos cambios formales -el más llamativo, el traslado de su espacio principal del Casino de la Exposición a la sede del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus)-, se concreta en un nuevo espíritu, "más cultural y menos lúdico".

El Encuentro abandona así las actividades relacionadas con el manga y el anime -concurso de cosplay, talleres... Para eso, al fin y al cabo, ya está el Salón del Manga- y concentra su esfuerzo y presupuesto -70.000 euros aportados por diversas administraciones y entidades privadas- en las exposiciones y encuentros con autores.

"Éste es un Encuentro colaborativo, en red -dice Cerrejón-. Y con la que está cayendo, hacemos de la necesidad virtud". A la trama se suma la Asociación Cultural Tebeosfera -"la facción dura de los tebeos en España", en palabras de su portavoz Manuel Barrero- , que aborda desde una perspectiva académica la historia y presente de la historieta nacional. De su mano llegarán al Cicus, entre el 23 y el 25 de noviembre, "personas que no pertenecen al ámbito del cómic, pero con los que queremos dialogar sobre cómics", apunta Barrero, quien anuncia que Diálogos en la tebeosfera no será un ciclo de conferencias o mesas redondas al uso, sino de debates destinados a desvelar la relación entre el género y otras disciplinas. Por ellos pasarán, entre otros, el filósofo Fernando Savater, los escritores José María Conget y Fernando Iwasaki, el arquitecto Santiago Cirugeda y el fotógrafo y periodista Nacho González.

Este último firma el inesperado cartel del Encuentro, que por primera vez en su trayectoria no es una ilustración, sino una instantánea que deja en evidencia la inexactitud de su propia denominación. "Es un retrato con mucha trampa -reconoce González con humor-, y casi todo lo contrario de lo que se espera de un cartel: que contenga un único mensaje". En efecto, éste se presta a la contemplación detallada en busca de esas pistas que conectan al cómic y a sus creadores con otras expresiones artísticas.

González dispara su cámara sobre el dibujante gaditano Carlos Pacheco, apoyado en una mesa de trabajo donde se amontonan libros, cedés y deuvedés, mientras éste elabora un cartel que reproduce la imagen que el fotógrafo capta. "Es un homenaje desde la fotografía al mundo del cómic", explica González. Cerrejón, por su parte, añade que el metajuego origina, de hecho, una de las exposiciones que podrán verse en el marco del Encuentro, Fotos entre viñetas (del 22 de noviembre al 19 de diciembre en el Cicus), retratos de dibujantes hechos por el mismo autor del cartel.

El Cicus acogerá también, en las mismas fechas, la muestra Un bosque de fanzines, mientras que la Casa de la Provincia, antaño sede principal del Encuentro, prestará sus dependencias a El hogar de los juguetes rotos, de Lolita Aldea (ganadora del concurso Desencaja de Cómic en 2011, convocado por el Instituto Andaluz de la Juventud, uno de los más fieles patrocinadores del Encuentro); Hoy no comemos: entre fogones y viñetas (en torno al blog de cocina y cómic firmado por Pedro Alpera y Alberto Díaz Pelorroto); Cómic y Flamenco (originales del libro Flamenco y Cómic, otro proyecto coordinado por Carlos Pacheco y editado este mismo año); y Colección de originales de cómics e ilustración de la Diputación Provincial de Sevilla.

El apartado expositivo se completa con cuatro muestras itinerantes por la provincia -Capitán Trueno y sus colegas: los tebeos de aventuras en la España de posguerra, Si un joven reportero, un perro y un capitán..., Editorial Bruguera, un siglo de papel y tinta y Sonia Pulido, separar por colores-; una colectiva en la Fundación Tres Culturas, centrada en los autores participantes en el VII Festival Internacional de Cómic de Tetuán-; otra en FNAC, sobre el proceso de creación de la premiada cinta de animación 30 años de oscuridad; y una última, en la Sala Lugadero y firmada por el dibujante sevillano José Luis Ágreda, El ángulo equivocado desató el infierno, con la arquitectura como tema central.

Entre las actividades paralelas -que también contemplan proyecciones y un ciclo de mesas redondas en la Fundación Tres Culturas-, destaca un año más el Concierto entre viñetas (24 de novienbre en el Auditorio del Cicus), que en esta ocasión protagonizarán el grupo sevillano Tannhäuser -a punto de publicar su segundo álbum, Voces- y diversos dibujantes.

A grandes rasgos, ésta es la programación de un Encuentro que no por "más cultural" resultará menos lúdico. Para muestra, la reunión que Cerrejón prepara entre autores invitados y aficionados al cómic: una cena a base de jabalí asado en la azotea de la Casa de la Provincia, cuyos asistente serán seleccionados mediante un concurso en redes sociales. Obelix, huelga decirlo, se apunta fijo.