Sevilla era una ciudad en el extremo del mundo y América, el Nuevo Mundo, aquel continente lleno de riquezas y promesas, la reubicó en otro lugar. En aquella urbe que cobró conciencia de su centralidad en la realidad entonces conocida, aquella porque era otra, tan radicalmente distinta a la de hoy -incluso "inimaginable en su verdadera magnitud", según Antonio Zoido-, anduvo el autor del Quijote, las Novelas ejemplares o el Coloquio de los perros, "hombre más versado en desdichas que en versos", y de ella escribió José Manuel Caballero Bonald, de ella y de Miguel de Cervantes en ella, en su ensayo Sevilla en tiempos de Cervantes, publicado originariamente en 1992 y rescatado en 2003, en una edición especial, por la Fundación José Manuel Lara.

Este libro -en cierto modo, o esa fue la conclusión a la que se llegó, una anomalía en la obra del escritor jerezano a pesar de que vivió en Sevilla durante sus años universitarios y de la honda huella que dejaron en él sus lecturas de Cervantes, como volvió a dejar de manifiesto en su reciente discurso de aceptación del premio que lleva su nombre- fue el hilo conductor de la mesa coloquio que organizó ayer, en el acto que cerraba la jornada de la Feria del Libro, la Casa de los Poetas que dirige el José Daniel M. Serrallé, una institución que se sumó así a los homenajes al autor de Dos días de septiembre, Ágata ojo de gato,Descrédito del héroe o Manuel de infractores, al que está dedicada esta edición de la feria.

Moderados por la periodista Amalia Bulnes, el profesor de la Universidad de Sevilla y experto en la obra narrativa de Caballero Bonald Francisco García Morilla; el escritor y catedrático Rafael de Cózar, recién jubilado, pero tan activo como siempre; el historiador y articulista Antonio Zoido; y el escritor y también articulista Fernando Iwasaki aportaron su visión particular sobre el triángulo literario que forman Cervantes, Sevilla y Caballero Bonald, título también del acto. Siempre con la ciudad en el centro y orientado hacia un vértice (el paisaje humano y el contexto histórico de aquella capital babilónica del siglo XVII, en el caso de García Morilla y Zoido) u otro (las escasas aproximaciones al Siglo de Oro sevillano por parte de autores españoles, en el de Iwasaki), junto con el interludio de risueña erudición de Cózar (que conectó el tema del coloquio con su hallazgo, durante la escritura de su libro Cuerda andaluza de pícaros, murcios y embaucadores, de una selecta lista de tabernas de la Sevilla de 1580, un asunto, el de las tabernas, que se encuentra entre sus predilectos), el acto sirvió además de prólogo a las actividades en torno al jerezano que acogerá la Plaza Nueva hoy y mañana, entre las que se cuenta un encuentro en la Pérgola del escritor con los lectores.

En este mismo espacio, bajo el título Paisajes literarios de José Manuel Caballero Bonald, y organizada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo con la colaboración de la Fundación José Manuel Lara, el novelista y poeta Felipe Benítez Reyes; el profesor de la Hispalense Rafael Valencia; el coordinador del CSIC en Andalucía, Miguel Ferrer; y el escritor y profesor de la UNED Julio Neira abordarán hoy, a partir de las 20:00, distintas facetas de un escritor en cuya obra el territorio andaluz -la provincia de Cádiz, el Coto de Doñana...- aparece filtrado por una mirada que lo convierte en una suerte de espacio mítico.

Las actividades dedicadas a Caballero Bonald culminarán mañana con la visita del escritor, que responderá a las preguntas de varios participantes de clubes de lectura de la provincia. Antes, a partir de las 20:00, hablará de su vida y de su obra con los periodistas y escritores Javier Rodríguez Marcos y Antonio Lucas. El acto, con una duración prevista de dos horas, será moderado por el editor y crítico de Diario de Sevilla Ignacio F. Garmendia.