El Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) ofrece un año más una programación cultural "transversal y arriesgada". Lo hará con la quinta edición del ciclo veraniego 21 grados, desde el 13 de junio al 30 de agosto y con medio centenar de propuestas, a pesar de contar para ello únicamente con alrededor de 55.000 euros, "menos de la cuarta parte", señaló la directora del Cicus, Concha Fernández, respecto al presupuesto de la primera edición, que superó los 200.000 euros.

La drástica reducción presupuestaria viene a sumarse a la inagotable nómina de agravios al mundo de la cultura desde el inicio de la crisis, pues no hay más que atender a las cifras de asistencia a las actividades de 21 grados para confirmar esa "buena acogida" del ciclo que quiso ayer reivindicar Fernández. Con esos mimbres (económicos), en todo caso, ha vuelto el Cicus a elaborar una programación "de calidad, contemporánea y arriesgada", afirmó, propuestas con las que el centro aspira a "mantener, si no superar", los 14.000 espectadores que acudieron el año pasado a su sede en la calle Madre de Dios.

Abrirá la programación el festival de música electrónica y/o experimental Electrochock, que durante tres días ofrecerá las actuciones -por este orden- de Jacob (13 de junio), el dúo formado por los sevillanos David Cordero y Marco Serrato, que presentarán su primer disco, The Ominous; los barceloneses Balago (15), veterano y sobrado de personalidad grupo del underground nacional, que acaba de publicar el álbum Darder; y el parisino afincado en Madrid Olivier Arson, que bajo el alias Territoire (16) interpretará su último trabajo, Las orillas. Las entradas tendrán un precio de seis euros, reducido a tres para la comunidad universitaria.

La combinación de música y cine constituirá uno de los ejes de la programación. El compositor de la banda sonora de El orfanato, Fernando Velázquez, dirigirá el concierto de clausura del curso de la Hispalense el 5 de julio en el Teatro de la Maestranza, además de ofrecer una clase magistral un par de días antes, la misma jornada en la que se proyectará en el Cicus la citada película. En este marco de unión del séptimo arte con la música se encuentran ciclos como Sonidos en blanco y negro, todos los martes de junio, en el que películas de Chaplin o Buster Keaton se proyectarán acompañadas por música en directo de Zahir Ensemble o Gurugú Sax; o Jazz en 35mm., cada miércoles del mes entrante. Las propuestas cinematográficas se completan de lunes a miércoles con proyecciones de filmes organizados en bloques temáticos, de género o geográficos, desde comedia clásica americana a cine japonés.

Asimismo, todos los martes de los meses de junio y julio se ofrecerán las Trasnoches de jazz, con jam sessions a cargo de profesores y alumnos del taller de jazz del Cicus, cuya entrada será libre hasta completar aforo.

Otra apuesta de 21 grados son las representaciones teatrales en una época del año en la que las salas están cerradas. Este año destaca La gloria de mi mare, un premiado espectáculo de humor, cante y baile de la Choni Cía. Flamenca. Las entradas tienen un precio de 15 euros (7 para la comunidad universitaria). Diagnóstico: Hamlet, de la compañía Pelmanec; Pelin de Victim, de Teatro en Tránsito + Grumelot; o La decisión de John, de la compañía Noctámbulo, son otras de las funciones de teatro que podrán verse en verano, durante el que también habrá flamenco, de la mano de Melisa Calero, Rosario Toledo o Pepe Torres.

Las 85 representaciones, conciertos, conferencias y proyecciones que acogerá el Cicus durante las noches de verano irán acompañadas de exposiciones durante el día. Una de ellas en la misma fachada exterior, No hay crisis creativa, obra de Irene Pérez Miranda. La Feria del Libro de Artista y Ediciones Extrañas, del 13 al 15 de junio, también se ofrece como experiencia singular e inédita. Las muestras Fondo de arte contemporáneo de Sevilla, del 24 al 27 de junio, y desde el 26 de ese mismo mes hasta final de agosto, Futura: Una gloria tipográfica, son otras dos exposiciones que se suman a las propuestas que un año más, a pesar de las dificultades, sigue ofreciendo el Cicus.