Cultura

Épica de lo mínimo

  • 'La lluvia'. Antonio Rivero Taravillo. Renacimiento. Sevilla, 2013. 84 páginas. 12 euros

Inevitablemente, el título de este poemario nos recuerda los versos de Borges: "Bruscamente la tarde se ha aclarado / Porque ya cae la lluvia minuciosa. / Cae o cayó. La lluvia es una cosa / Que sin duda sucede en el pasado". Ahí, en ese primer cuarteto, no es sólo una imagen fluida, una forma sin forma del ayer, lo que acontece. Es también el pasado como veladura, como reino impreciso, sumido en la llovizna, aquello que se postula. Esa misma cualidad inaprehensible de lo temporal, la obra incesante y erosiva del olvido, es lo que se muestra, bajo diversas facetas, en esta última entrega de Rivero Taravillo.

Por otra parte, no parece casual que Rivero Taravillo, buen conocedor de la literatura irlandesa, haya acudido a cierta estética oriental, acuarelada y breve, para componer una parte de este poemario. Cabe suponer que el orientalista irlandés Lafcadio Hearn, el célebre autor de En el Japón espectral y los Fantasmas de la China, haya tenido cierto remoto influjo sobre el poeta. Un influjo, en cualquier caso, ajeno a la literatura fantástica de Hearn, pero de una obvia similitud temática. En los poemas de Rivero Taravillo, tanto en aquellos que remiten al Extremo Oriente, como en aquellos otros de claro uso occidental, lo que se muestra, lo que se expresa, lo que se ofrece a la curiosidad lectora, no es otra cosa que una fantasmagoría. Dicha fantasmagoría es el breve y tortuoso acontecer humano. Unas veces será la melodía de un músico ambulante; otras, el súbito recuerdo de unas jóvenes, doradas por la memoria y la distancia. Otras, en fin, será la presencia viva de los muertos. De los muertos queridos, de los muertos propios, cuya vida se perpetúa en nuestros actos.

En el verso final de Nieve en la memoria (traigamos aquí a Villon y "sus nieves de antaño"), se resume quizá cuanto el poeta ha querido expresar con esta Lluvia: "Lo próximo se funde en lo remoto". Al cabo, ése es uno de los enigmas que acucian al hombre desde antiguo: qué proximidad, qué plenitud es ésta, que nos dirige sin embargo hacia el olvido.

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