El galerista Fernando Roldán no busca tanto en un creador "lo que cuente, en qué soporte lo haga", como el hecho de "cómo me lo cuente, el entusiasmo" con que éste aborde su trabajo. Una ilusión que aún mueve al ex director del Centro de las Artes de Sevilla y por la que volverá a abrir este domingo -ahora en un local de la calle Goles- las puertas de Cavecanem, el que fuera uno de los espacios más dinámicos y estimulantes de la ciudad gracias a su interés por el talento emergente y los lenguajes que renovaban la escena artística.

La inauguración de la muestra La doble velocidad del dragón, de la fotógrafa Laura León, será el punto de partida para un nuevo capítulo de esta galería que llegó a participar en ocho ediciones de ARCO y que reducía su actividad en los últimos años a la web. Ahora, Cavecanem -a cuyo equipo se suman los periodistas Amalia Bulnes y Antonio Acedo- se reinventa y no quiere limitarse a programar exposiciones. "Vengo de la gestión del arte, de la empresa privada y de una institución pública, de ser pintor y profesor. Toda esa experiencia puede ayudar no sólo a asesorar a alguien que quiera formar una colección, también a organizar eventos fuera de la galería", señala Roldán, que considera "necesario" crear "estructuras después de este tsunami". El presente, añade, "es un momento magnífico": aun con toda su confusión y su desánimo, es "un cambio de tiempos, y los artistas son los que mejor ven eso".

Como líneas de acción, Cavecanem mantendrá esa libertad con la que se ocupaba de diferentes géneros -aparte de fotografía y pintura, se acercará también a la ilustración, al diseño o al audiovisual- y continuará dando cabida a los creadores que empiezan a través del apartado Revelaciones. Pero también La memoria inmediata rescatará el trabajo de artistas "que fallecieron o que, simplemente, pertenecían a esa oleada de nuevos creadores que no tuvieron la oportunidad de prosperar". Además, una vez cada temporada, Cavecanem cederá sus paredes a un comisario invitado para que desarrolle una propuesta en la sala. "El galerista tiene una visión subjetiva, expone aquello en lo que cree y lo que defiende. Queremos que haya otra mirada para que así nos abramos también a otras cosas", explica Roldán.

La creadora que inaugura el nuevo Cavecanem, Laura León (Sevilla, 1976), trabaja como reportera gráfica para The New York Times, Der Spiegel o Le Monde, pero la serie La doble velocidad del dragón surgió de un empeño personal: el de registrar la conmovedora desorientación que encontró en los habitantes de una China marcada por la herencia del comunismo y entregada a un capitalismo salvaje, un país en el que desaparecen 300 aldeas por día y un desarrollo urbanístico desenfrenado ha sustituido la inmensidad del horizonte por una asfixiante aglomeración de inmensos edificios. Personas que parecen trabajar en el campo pero que arreglan el jardín de una urbanización de lujo, gente que subsiste casi hacinada en minúsculos dormitorios de literas o que observa su entorno con extrañeza aparece en los retratos de León, que plasma con una evocadora melancolía a los desterrados de un paisaje, el delta del río Perla, que parece haber arrinconado lo humano.