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Cultura

El 'tsunami' de la ilustración femenina

  • La ilustración española vive actualmente un auge considerable debido al número de autores que han aterrizado en esta disciplina artística, encabezados, en gran medida, por mujeres

Si acudiéramos a una exposición con ilustraciones de Paula Bonet, Sara Herranz y Marta Puig aseguraríamos una representación artística única del mundo interior femenino. Pero si además en la misma sala colgaran dibujos de las hermanas Ester, Sandra y Raquel Córcoles, conocida ésta última como Moderna de Pueblo, junto a viñetas de Beatriz Tormo, la visita se enriquecería con ápices de humor incluso.

Son artistas jóvenes que han ido rellenado sus propias paletas de colores con tesón y trabajo. Dibujan lo que sienten y la naturalidad con la que plasman a las mujeres, sus rutinas y situaciones diarias, hacen que los trazos de estas autoras sean seguidos por miles de personas en redes sociales como Facebook. Son autoras hechas a sí mismas, literalmente, no necesitan de más musas que ellas mismas. Acompañadas, por supuesto, de las experiencias que acumulan.

"Por eso retrataba a mujeres, por eso me retrataba. Buscaba explicarme a mí misma y comunicarme con los demás, buscaba entender y entenderme", explica Paula Bonet. En la misma línea se encuentra la tinerfeña Sara Herranz, quien destaca por el minimalismo de obras que compaginan la sencillez del trazo y el uso del color para remarcar ciertos detalles de la composición. La autora retrata a mujeres que "son independientes, en el sentido de que piensan que el amor debe ser la guinda, el kétchup de su vida. Huyen de las ñoñeces y del romanticismo típico. Son cínicas que quieren enamorarse pero sin estar desesperadas por encontrar pareja", subraya la autora, la cual canalizó sus emociones en el dibujo por una crisis de identidad que sufrió tras acabar su carrera universitaria.

La confianza en sí mismas es lo primordial para controlar el pulso del pincel y "reconquistar un terreno copado por los hombres", indican las gemelas Ester y Sandra Córcoles, que acostumbran a reírse de sí mismas por medio del humor gráfico con su álter ego Rayadas de la vida. En cambio, Beatriz Tormo, cree más bien que este boom del grabado femenino se debe a "un aumento de interés por parte de los medios de comunicación hacia las mujeres que dibujan". La ilustradora riojana, quien reproduce la realidad en clave de humor porque asegura "es necesario", pone el acento en que ser autora no es sinónimo de crear en clave femenina. "No estaría de acuerdo con que alguien me contratase sólo porque las chicas estén de moda", añade. Marta Puig, más conocida como Lyona Alyona, recalca que al fenómeno se le añade la existencia de "un público potencial al que antes no se le hacía hecho tanto caso, que es precisamente el de las mujeres". Por su parte Raquel Córcoles, piensa que hay que superar aún determinados prejuicios, como el que da por supuesto que un cómic hecho por una chica refleja siempre el mundo femenino.

Sobre las posibilidades de encontrar trabajo en este campo, las autoras reconocen que es algo complicado debido a que, como indica Marta Puig, ilustradora del libro infantil Yo mataré monstruos por ti, "hay mucha gente que se dedica a esto y no tanto trabajo como el que debiera haber". Esta autora catalana compagina el dibujo con la dirección de videoclips para grupos de música como Love of Lesbian, y con los que "va haciendo equilibrismos para ir tirando". Todas las entrevistadas, salvo las hermanas rayadas, que son las últimas que han empezado a introducirse en este mundo, se dedican profesionalmente a dibujar. No obstante, y como subraya la artista especializada en la viñeta, Beatriz Tormo, "en España lo complicado es dedicarse íntegramente a realizar cómics. En ilustración hay más trabajo para diseñar publicidad, libros de texto... Hay más mercado". Aun así las ganas no faltan, completa Moderna de Pueblo: "Con referentes como Maitena o Satrapi, las mujeres tenemos ejemplos de sobra para animarnos a ello".

Pero aunque al principio cueste, la existencia de editoriales que respetan los propios criterios de los artistas ayuda considerablemente en el proceso creativo. Es el caso de Lunwerg, con la que Paula Bonet publicará de nuevo en septiembre. En un momento en el que es evidente que la imaginación no entiende de crisis de mercados, y en el que, contradiciendo -y parafraseando- a Oscar Wilde, ser natural ya no "es una pose difícil".

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