Tras dos ediciones celebradas en el centro de la ciudad, ambas bajo la dirección de José Luis Cienfuegos, el Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) regresa a las salas del Nervión Plaza, de nuevo la sede principal del certamen que celebrará su undécima edición del 7 al 15 de noviembre. "Puede que para algunos sea una sorpresa", afirmó ayer Cienfuegos, aunque lo cierto es que el movimiento -confirmado totalmente, según aseguró, la noche del lunes, poco antes de que el festival enviara una nota convocando a los medios para anunciarlo- era un secreto a voces desde hace semanas. Ahora, tanto el SEFF como su máximo responsable artístico deberán hacer de la necesidad virtud, toda vez que una de sus grandes apuestas a su llegada a Sevilla procedente de Gijón fue precisamente llevar el núcleo del festival al circuito que formaban los cines Alameda, Avenida y Plaza de Armas para ir al encuentro de la mayor parte de su público potencial.

Pero esos cines, explicó ayer Cienfuegos junto a la delegada municipal de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, "no han sido digitalizados" y por lo tanto, añadió, sus equipamientos técnicos no pueden ofrecer las condiciones "para hacer un buen festival de cine". Ese es el motivo central, si no el único, de este regreso prácticamente obligado del SEFF a Nervión, ya que los responsables del certamen, también en el Ayuntamiento, estaban "muy satisfechos" con los resultados obtenidos -las cifras de asistentes crecieron cada año- en sus dos ediciones en el centro. "Habíamos conseguido un festival cercano, visible y perfectamente accesible", reconoció Cienfuegos, que celebró, no obstante, la "buena oferta económica" realizada por Cinesur, la empresa que gestiona los cines del centro comercial Nervión Plaza, además de sus óptimos equipamientos y la "buena disposición" de su plantilla.

"Lo más fácil y lo más barato habría sido repetir el anterior esquema, pero tenemos que ser prácticos y seguir avanzando", añadió el director del festival, que no se mostró excesivamente categórico cuando se le preguntó si, a la vista de la nueva mudanza, este emplazamiento al que ahora regresa el SEFF, será definitivamente la sede por la que apostará de manera estable la cita: "Como en cualquier tipo de relación que comienzas, ya sea en el trabajo y en la vida", dijo, "tiendes a la estabilidad...". Con el cambio, por otro lado, el festival ganará no sólo en calidad en sus proyecciones, sino también en aforo, pues si en la anterior etapa en los cines del Nervión Plaza estos cedían seis de sus salas, esta vez serán 12, casi todo el ala norte del complejo, lo que significa que habrá 2.622 butacas disponibles, 300 más por cada sesión; así como en "flexibilidad horaria", porque habrá muchos más pases matinales.

El Teatro Lope de Vega, que seguirá acogiendo las galas de apertura y clausura; el Teatro Alameda, donde desarrollarán ciclos como el Panorama andaluz; y las salas de CineZona, en Sevilla Este, que acogerán la mayoría de las proyecciones y actividades escolares e infantiles, seguirán siendo sedes del festival, que contará con el apoyo de Tussam para facilitar el desplazamiento hasta el foco central de Nervión. La empresa pública de transportes se ha comprometido, aseguró Sánchez Estrella, a ofrecer una frecuencia máxima de entre 5 y 6 minutos en las líneas 27 y 32, y de entre 7 y 8 en las circulares C1 y C2; junto con una tarjeta especial de 16 viajes con transbordo a un precio de 5 euros.

En el apartado meramente cinematográfico, el festival adelantó ayer algunos títulos que se verán en la próxima edición. Mr. Turner, el retrato del maestro inglés precursor del impresionismo que firma el británico Mike Leigh; Saint Laurent, el biopic (no autorizado) sobre el célebre diseñador francés Yves Saint Laurent dirigido por su compatriota Bertrand Bonello; Misunderstood, último trabajo de la también actriz Asia Argento; y Cavalho Dinheiro, cinta con la que el portugués Pedro Costa consiguió el premio a la mejor dirección en Locarno, estarán en la Sección Oficial del SEFF, en la que destacará especialmente otro trabajo, A Pigeon Sat on a Branch Reflecting on Existence, la personalísima -seguro- comedia existencial con la que el sueco Roy Andersson ganó el León de Oro de la reciente Mostra de Venecia.

La presencia de Las altas presiones, de Ángel Santos, constituirá una muestra más, defendió Cienfuegos, del apoyo del SEFF a ese otro cine español. Dentro de la misma sección en la que se proyectará la cinta del gallego, Nuevas Olas, se exhibirá Something Must Break, del sueco Ester Martin Bergsmark. Y también la no-ficción tendrá protagonismo en este apartado, con trabajos como Silvered Water, Syria Self-Portrait, una cruda mirada de Ossama Mohammed y Wiam Simav Bedirxan a la guerra en el país árabe, y National Gallery, de Frederick Wiseman, leyenda viva del cine documental que fija esta vez su mirada especialmente dotada para los detalles significativos en la fastuosa institución londinense que da título al filme.