Cultura

Un clásico complicado y díficil

La Refinería Teatro. Autor: Calderón de la Barca. Dirección y adaptación: José Luis Fernández. Intérpretes: Rubén González, Esperanza García, José María Trujillo, Ana Dolores Mena, Pedro Jiménez, Marcos Hita y Raquel Torres. Espacio escénico: José Luis Fernández, Sotte y Alberto Vidarte. Asesor de verso: Javier Lara. Sonido e iluminación: José Luis Fernández. Arreglos musicales: InSilico Conspiracy (Pablo Gámez y Ángel García). Vestuario: La Refinería Teatro. Producción técnica: Ana Dolores Mena. Lugar: Sala La Fundición. Fecha: Jueves, 16 de octubre de 2014. Aforo: Tres cuartos.

La Refinería Teatro nace en 2010 instalándose como compañía residente en Torredelcampo (Jaén). Se trata de un experimento pionero encaminado, a través del mantenimiento de una compañía profesional, a la realización de cursos y talleres teatrales que dinamicen la creatividad dramatúrgica en todas sus disciplinas.

Estrenada en 2010, su primera producción es esta versión del clásico de Calderón, La vida es sueño, para muchos una de las cimas de la literatura teatral española.

No es la primera vez que veo como un montón de ilusiones y un denodado trabajo se pega de bruces con esta magna obra que necesita de una preparación escénica que sólo los grandes alcanzan.

La dirección de José Luis Fenández, que se ocupa también de la iluminación y el sonido, es ambiciosa pero naufraga como lo hizo la armada invencible contra los elementos.

Uno percibe el esfuerzo, las horas de ensayo, la laboriosa creación de ese vestuario, el tiempo dedicado a las clases de esgrima y las visitaciones al teatro físico que inspiran el comienzo de la obra y sus coreografías. Lamentablemente, la desigualdad entre los intérpretes, a dos de ellas no se las entiende, la rapidez con la que se empeñan en decir el verso, la irrupción de músicas grandilocuentes y algunos momentos chocantes lastran el resultado final.

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