Cultura

Danza para regalar

  • 2015 comienza con una tentadora programación dancística en la que, una vez más, el Teatro Central se convierte en el epicentro de la creación internacional

Cada día son más los que, en lugar de regalar sin ton ni son, contribuyendo a veces a atiborrar el armario de quien, en realidad, nada de lo que recibe necesita ni desea, se deciden, por Reyes o en cualquier celebración, por lo efímero, ya sea fungible comestible, ya sea un rato de diversión, en la acepción más noble del término. En ese sentido, los primeros meses de 2015 ofrecen un verdadero abanico de tentaciones.

La danza, sin duda alguna, es la más segura, puesto que su lenguaje es universal y su variedad de estilos garantiza la satisfacción de los gustos más exigentes, tanto los tradicionales como los más vanguardistas. Para estos últimos, Sevilla, y más concretamente el Teatro Central, sigue siendo el epicentro de la creación contemporánea nacional e internacional, no sólo de Andalucía sino de todo el país. Así, salvo algunas citas concretas, como la que ofrece la compañía Arrieritos los días 16 y 17 de enero en la sala TNT (dentro de la programación del Fest), desde ahora y hasta la llegada de los festivales de verano, será en su escenario donde tengan lugar los estrenos nacionales de las compañías más prestigiosas.

En febrero (días 7 y 8) tendrán lugar los de AH/HA, un trabajo centrado en la risa de la bailarina Lisbeth Gruwez y su grupo Voetvolk; The Blue Boy (días 13 y 14) de los Brokentalkers, siete irlandeses que se han atrevido a afrontar en clave dancística los testimonios de las víctimas de una lacra tan en boga desgraciadamente como la pedofilia; y los días 20 y 21 Drift, de Cindy Van Acker/Compagnie Greffe.

Marzo (6 y 7) comenzará con Rosas danst Rosas, una emblemática pieza, con música minimalista de Thierry de Mey, que la coreógrafa belga Anne Teresa de Keersmaeker bailó en Granada en 1984, y presentará también Multiverse (los días 20 y 21), de Garry Stewart y la Australian Dance Theatre, ante un público que tendrá que ponerse gafas para disfrutar de las impactantes imágenes en 3D que complementan el trabajo de los bailarines. Y tras la Semana Santa, Coup fatal (10 y 11 de abril), un espectáculo dancístico-musical creado por Alain Platel y sus Ballets C. de la B., el saxofonista Fabrizio Cassol y el contratenor congoleño Serge Kakudji, y Atomos, una pieza para diez bailarines creada por Wayne McGregor /Random Dance.

Junto a estos pesos pesados, la danza andaluza estará representada también con tres estrenos absolutos -Boh! de Juan Luis Matilla/Mopa (34 y 25 de enero); Good News de María Cabeza de Vaca y Emmanuelle Santos (14 y 15 de marzo) y El Olimpo no es aquí, de Fernando Lima/El Punto Danza Teatro (16 y 17 de mayo)- y la reposición de Lirio entre espinas de Guillermo Weickert.

A este programa hay que añadir (los días 27 y 28 de febrero), la aclamada Torobaka, creada por el bailaor Israel Galván y el bailarín de origen bengalí Akram Khan. Aunque si quieren ver a Galván en estado puro, corran a Madrid esta misma semana (del 8 al 11)para ver su Fla.co.men, el solo que conquistó al público de la pasada Bienal de Flamenco.

Si es amante del flamenco, amén de los ciclos tradicionales como Flamenco Viene del Sur o los Jueves Flamencos, el Ballet Flamenco de Andalucía estará también en el Central a finales de abril con Imágenes y, si desea una inmersión total en esta danza y en la cultura que la sustenta, el Festival de Jerez es sin duda su meta del 20 de febrero al 7 de marzo (ver la programación en www.festivaldejerez.es).

La danza clásica tampoco pierde adeptos, tanto en sus manifestaciones más tradicionales, como el Cascanueces que el Ballet Nacional de Estonia estrenará pasado mañana en el Teatro de la Maestranza, como en otras menos ortodoxas, como El lago de los cisnes sobre hielo que visitará, entre otros, el sevillano Teatro Lope de Vega del 9 al 18 de abril. La Compañía Nacional de Danza que dirige José Carlos Martínez podrá verse también en el Teatro Villamarta de Jerez el día 6 de junio, tras estrenar nuevo repertorio en el mes de abril en Madrid.

Para los adeptos a las escapadas de fin de semana, aunque sea en BlaBlaCar -nadie se cree eso de que la crisis está a punto de terminar- Madrid es el mejor destino en cuanto a danza se refiere, si bien el Liceu de Barcelona ofrece, los días 20 y 21 de febrero, una nada despreciable velada dedicada al coreógrafo William Forsythe, a cargo del Semperoper Ballett.

En la capital del Reino, junto a la Muerte en Venecia que el Ballet de Hamburgo presenta en marzo en el Teatro Real, son los Teatros del Canal los que ofrecen los mayores atractivos: la mágica Bella Durmiente de Mats Ek con Les Grands Ballets Canadiens de Montreal (5-8 de febrero); Ne m'oublie pas, del siempre imaginativo Philippe Genty (12-22 de febrero); Lest We Forget, un ballet inspirado en la Primera Guerra Mundial del English National Ballet que dirige Tamara Rojo (28-31 de mayo) o Les Ballets Trockadero de Monte Carlo con sus fantásticos bailarines en los clásicos roles femeninos.

Y si han sido muy muy buenos, siempre podrán regalarse a sí mismos esta primavera un viajecito a Londres, al templo de la danza, el Sadler's Wells, o a París, al Théâtre de Chatelet o al Thátre de la Ville, en los que, durante la segunda mitad de abril (en Londres) y del 12 al 30 de mayo (en París) podrán ver alguna de las inolvidables piezas de la desaparecida creadora Pina Baush.

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