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Cultura

Chiquetete, memoria viva del cante

  • El veterano intérprete que llegó a vender un millón de copias en los 80 y el crítico Manuel Martín Martín inauguran hoy en el Cicus la tercera edición del ciclo de diálogos ilustrados 'Trastablaos'

"Chiquetete fue el primer flamenco que encabezó Los 40 Principales. El artista que abrió al arte jondo nuevos auditorios como lo harían después José Mercé o Miguel Poveda. El cantante que en los 80 vendió un millón de copias y se puso por delante de Rocío Jurado, Raphael y Rocío Dúrcal". Para Manuel Martín Martín, crítico de flamenco y erudito del cante, "es preciso reivindicar los numerosos logros y méritos de Antonio José Cortés Pantoja", a menudo opacados -cuando no tergiversados- por los clichés que de Chiquetete han propagado los programas de telebasura. Tal es el objetivo del diálogo ilustrado que ambos mantendrán hoy a las 20:00 en el Auditorio del Cicus (entrada libre por invitación, a recoger desde dos horas antes en la recepción) y que abre la tercera edición del ciclo Trastablaos que organiza el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla con la colaboración de la Fundación Cristina Heeren.

Manuel Martín necesitaría "hasta 300 folios" para glosar una vida sobre la que circulan por internet numerosos datos inciertos o superficiales. Incluso el perfil en la wikipedia es muy sucinto para una carrera que encadenó sus mayores méritos y triunfos en los años 80, cuando publicó A la Puerta de Toledo, una sevillana que revolucionó ese estilo y cuyo éxito hizo que El Pali afirmara: "Este gitano nos ha puesto las pilas a todos".

El encuentro que mantendrán el veterano intérprete y el crítico ofrecerá un recorrido cronológico por una biografía que arrancó el 26 de julio de 1948 en Algeciras, donde nació este gitano "tímido, cariñoso y profundamente sentimental" que se trasladó con su familia a Sevilla en los años 50. Se establecieron en la calle Juan Díaz de Solís del Tardón, donde ya vivía su tío Juan Pantoja Cortés Chiquetete, padre de su prima y célebre tonadillera Isabel Pantoja, y donde tendrían como vecinos a los Morancos y Lole y Manuel. En Triana sigue residiendo su madre, doña Manuela.

La historia de su padre y de su abuelo (Pipoño de Jerez), su relación con su tío Juan Pantoja Chiquetete -integrante del célebre trío Los Gaditanos-, la influencia de Algeciras y Sevilla en su trayectoria, su alianza artística con el guitarrista jerezano Paco Cepero -"con quien formó una pareja indisoluble, para él fue como encontrarse con la Filarmónica de Londres"- son algunas claves de la historia que repasarán juntos. "Cuando se trasladó a Sevilla con 9 años, su mayor ilusión era ser futbolista. Se tuvo que poner a trabajar de repartidor de supermercado pero por fortuna se atrevió con el cante, pese a lo tímido que era y sigue siendo", recuerda Martín Martín. En parte la culpa fue de su primo Manuel Molina, que le convenció para formar el trío Los Gitanillos del Tardón. "Comenzó en esas universidades del arte jondo que eran los tablaos (sobre todo en los Gallos y en la Trocha) y le cantó para el baile a los mejores de la época, como El Mimbre, Farruco, Matilde Coral... Hasta que un día le inscribieron en el concurso de cante de Mairena del Alcor y tuvo la suerte de encontrarse con el guitarrista José Cala El Poeta, que le respaldó, y así en 1975 logró el más difícil todavía: ganar el Premio Mairena, trofeo que el año anterior había logrado Rancapino", continúa.

A partir de ese momento inició su carrera en solitario, que se catapultó tras su encuentro con Paco Cepero. "A principios de los 80 le llovieron los contratos. Sus canciones melódicas y sevillanas le hicieron conquistar al gran público, superando a las grandes estrellas de la época. Trascendió los límites del flamenco y de Andalucía con su voz y esa expresión tan íntima y doliente, un estilo muy personal con el que hoy tal vez podría identificarse el cantor chiclanero Antonio Reyes", prosigue Manuel Martín Martín.

Tras tocar la cima en los años 80, llegó el declive profesional y un silencio discográfico que rompió en 2004 con su disco Como la marea, producido por su hijo Fran Cortés. Pero lo que nunca se paró fue su manera generosa y sincera de apoyar a los artistas flamencos. "Es un hombre muy sentimental. Dudo que en el flamenco haya alguien que haya cantado en más festivales benéficos que él. Impulsó el homenaje a Antonio el de la Calzá y trabajó para que todos se implicaran en el tributo a Paco Toronjo cuando se le operó de la garganta. En el 84, cuando Manolo Franco consiguió el Giraldillo del toque y se lo dedicó a José Cala El Poeta, Chiquetete se fue llorando del Lope de Vega, porque recordó cuánto había hecho por él ese guitarrista al que tanto estimaba".

Amada amante, A la Puerta de Toledo, Esta cobardía -que Julio Iglesias llevó por toda América Latina- son algunos hitos en la trayectoria de un artista entre cuyas grandes aportaciones se cuentan "la ralentización de la bulería, tan propia de Cepero y El Turronero; el modo nuevo de enfocar el cante por tangos, que lentificaba hasta volverlos tientos, y las letras impactantes, porque Chiquetete supo rodearse de magníficos letristas como José Manuel Flores -autor de inmortales canciones de Lole y Manuel-, Pedro Rivera o José Carrasco", reflexiona Manuel Martín, cuyo testigo tomará el 11 de febrero José Luis Ortiz Nuevo, que entrevistará a Paco Taranto. Les seguirán en Trastablaos Manuel Bohórquez con Miguel Funi (18 de marzo) y Pepa Sánchez con Manuel Molina (8 de abril).

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