TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Crítica música

Flujo y reflujo en torno a Sibelius

Orquesta Sinfónica Conjunta. Solista: Camilo Irizo, clarinete. Orquesta Sinfónica Conjunta. Coro Manuel de Falla y Coro de Cámara Santa Cecilia. Director: Juan García Rodríguez. Programa: Obras de Dukas, Debussy, Castillo y Sibelius. Lugar: Auditorio de la ETS de Ingeniería. Fecha: Miércoles 18 de marzo. Aforo: Tres cuartos de entrada.

Tras la brillante y aséptica Fanfarria para La Peri de Dukas, que sirvió para mostrar la potencia de su metal, los chicos de la Orquesta Sinfónica Conjunta de Conservatorio y Universidad tuvieron sus más y sus menos con los Nocturnos de Debussy. Después de unas Nubes de sugerente atmósfera, admirable equilibrio y notables prestaciones individuales (mención destacada para la solista de corno inglés), Fiestas quedó algo desdibujado por la falta de un trazo coherente: la música avanzó a espasmos, con notorias caídas de tensión. En Sirenas, faltó algo de sutileza en las voces femeninas y un mejor ensamblaje de los coros con la orquesta.

Camilo Irizo mostró luego musicalidad y virtuosismo, y la cuerda, una notable firmeza en Orippo de Manuel Castillo, obra escrita en 1991 para el Concurso Internacional de Clarinete de Dos Hermanas. El plato fuerte estaba en cualquier caso por servir: la 7ª sinfonía de Sibelius, obra seminal, orgánica, de una lúcida lógica interna, de la que se sirvió una muy correcta interpretación, bien marcados los clímax en forte y de suficiente claridad, aunque la maravillosa plasticidad del arranque acabó derivando en un desarrollo algo más rectilíneo y menos matizado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios