Cultura

El flamenco se muestra al futuro en el Espacio Santa Clara

  • Un ciclo enseña a niños de 14 colegios de la ciudad algunas claves sobre el baile, el toque y el cante

Cuando Cristóbal Ortega fue nombrado director de la Bienal de Flamenco, le expresó a la delegada de Cultura María del Mar Sánchez Estrella su interés en abrir una línea de trabajo que adentrara a los niños en las claves de una manifestación cultural que apenas se trataba en los colegios. Así nació La Bienal va a la escuela, un ciclo que se desarrolló durante el pasado año y por el que unos 5.000 alumnos se acercaron a lo jondo. Como una prolongación de aquella iniciativa, en estos días se programa Flamenco y patrimonio, una actividad que invita a escolares de Educación Primaria y ESO a la sede de la Bienal, el Espacio Santa Clara. Más de 100 centros de la ciudad se inscribieron en la propuesta, aunque tan sólo 14 han sido seleccionados por la delegación de Educación para participar en este ciclo.

Ayer, las lecciones que tuvieron los alumnos del Colegio Miguel Hernández, del Polígono de San Pablo, contaron con la cantaora Esperanza Fernández como madrina. "El futuro está en vosotros", dijo a los asistentes, antes de añadirles que "el flamenco es lo más hermoso que tenemos. Cuando lleguéis a conocerlo os va a costar salir de él, y siempre estará en vuestro corazón". Fernández confió a los niños su propia experiencia como madre: "Tengo dos hijos, uno es Miguelito, que tiene 15 años pero que a los dos y medio salió en un concierto mío a tocar la percusión y fue espectacular. Nadie le había enseñado, claro, ¡si tenía dos años! Luego tengo otro hijo, David, que es más vergonzoso", contó la intérprete, que auguró desde su "sexto sentido, que lo tengo", que "de aquí va a salir una bailaora, o un cantaor".

Además de la visita al entorno de la Torre de Don Fadrique, un espacio recuperado para las artes escénicas que inaugurará Javier Barón el día 29, Flamenco y patrimonio reserva a los niños, en el refectorio del convento de Santa Clara, una exposición sobre la historia de la Bienal de Flamenco. Fotografías y carteles de la cita, piezas de vestuario y guitarras, además de un vídeo que repasa algunas actuaciones programadas por el encuentro, revelan a los alumnos la importancia de la cita. Entre los objetos que se exhiben está el Premio Max que reconoció a la Bienal el pasado lunes -ese día hubo otras distinciones al flamenco, las que recibieron Olga Pericet, Israel Galván y Rocío Molina-, un galardón que quizás ayer soñó conseguir esa bailaora todavía en ciernes a la que identificó Esperanza Fernández.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios