"Cuando los amanuenses del rey Alfonso X terminaron el libro de las Cantigas de Santa María", dicen los músicos de Artefactum, "ninguno podía imaginar que 800 años más tarde se convertiría en objeto de culto para músicos y filólogos". En ese códice se inspira ahora el grupo sevillano, que este sábado interpretará en la Sala Joaquín Turina (20:30, entradas de 8 a 15 euros) una selección de esas cantigas del siglo XIII, recopiladas por Alfonso X el Sabio y muchas de ellas compuestas por él mismo. "Como si de una de las miniaturas del libro se tratara", el grupo recreará "interesantísimos momentos de aquella época en la que convivían tres de las culturas más influyentes en la historia de España". Con una formación compuesta por Alberto Barea (canto, cromorno, zanfoña), César Carazo (canto, viola), José Manuel Vaquero (canto, organetto, zanfoña), Ignacio Gil (flautas de pico, chirimía, gaita) y Álvaro Garrido (percusión), Artefactum acercará al espectador el que es, sin duda, es el más representativo testimonio literario-musical de la monodia cristiana que se desarrolló en la Edad Media hispana.

El miércoles de la semana próxima, en el mismo espacio (20:30, entradas de 8 a 15 euros), será el turno de Arcadiantiqua y Músicas para un Cortejo -esto es, los músicos Rocío de Frutos, Carmen Hidalgo, Alberto Barea, Francisco J. Jiménez, Aníbal Soriano, Arnáu Rodón, Bárbara Sela, Ramón Peña y Álvaro Garrido y el narrador Antonio Reina- que desarrollarán un concierto comentado, a caballo entre la música, el arte y la Historia, en torno al Corpus de Sevilla. Partiendo de las iconografías representadas en los nueve pasos que procesionan, los músicos profundizarán en los detalles, tanto musicales como históricos y simbólicos, de esta festividad en la ciudad.