Convencidos de que, a menudo, el autor iba contra sí mismo cuando leía sus versos sobre un atril o con una hojita en la mano, lejos de la emoción y la sacudida que habría sentido cuando escribía aquellas líneas, Rubén Ruiz Ganga y Leocadio E. Pérez de Vargas crearon Actos Poéticos, una propuesta de poesía escénica y performance donde quedaba atrás ese tono monocorde y tedioso de los recitales y se abría la puerta a una experiencia sensorial en la que los espectadores eran invitados a lo imprevisible. Por "variar el concepto, respirar un poco", los responsables idearon una iniciativa diferente, una Batalla Lírica en la que diferentes aspirantes se medían en una competición. El formato funcionó, "había gente que nos preguntaba si íbamos a repetirlo", cuentan sus organizadores, y así el ciclo celebra una nueva edición, la tercera, este lunes -a partir de las 21:30; precio de la entrada 3 euros- en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus).

El encuentro tiene ya cerrados a sus 16 participantes, entre los que se encuentran poetas ya asentados de la ciudad como Iván Vergara, Lola Crespo o Alejandra Vanessa, que tendrán que ajustarse a algunas reglas básicas: no tienen más de tres minutos por ronda, por lo que han de decidirse por textos no muy largos, y no pueden acompañarse de una banda "aunque pueden utilizar todo lo que ellos puedan subir al escenario sin ayuda", apunta Ruiz Ganga. El desafío es, señala Pérez de Vargas, "crear un pequeño número, una atmósfera". La misma noche del encuentro, ante los espectadores, se hace el sorteo en el que se emparejan a los competidores.

A menudo, ni los propios promotores del evento esperan lo que va a ocurrir. "Hay números que nos dejan con la boca abierta, sorprendidos. El año pasado una chica, Tali Serruya, se apuntó cuatro horas antes de que empezáramos. Se envolvió el cuerpo con cinta adhesiva y estuvo los dos minutos y medio intentando liberarse. Veías esa lucha por soltarse y era algo dramático, emocionante. La gente acabó enamorada de ese número. Aquello pasó en la primera ronda y nos miramos diciendo: ya tenemos ganadora, aunque finalmente no fuera así", recuerdan.

Los organizadores defienden que la Batalla Lírica es "como cuando mandas tus poemas a un concurso, pero en este caso el proceso de selección es más democrático, más transparente: es la gente la que vota". Hay autores, reconocen, "que temen perder, pero a esos les decimos que no se queden con la derrota, sino con que igual 40 personas han apoyado lo que han hecho".

La Batalla Lírica ayuda, continúa Ruiz Ganga, a que los poetas pierdan el miedo a expresarse. "Nosotros pensamos que si tú has escrito algo es porque lo sientes", afirma. Y el encuentro del lunes promete, con la poesía dispuesta a nuevas manifestaciones, sus dosis de sentimiento y de sorpresa.