Cultura

'Nocturama Agosto' se despide hoy con una descarga de 'soul' musculoso

  • Al Supersonic & The Teenagers abrirán una noche que continuará con el enérgico combo de Freedonia y llegará a su fin, ya de madrugada y en la Sala X, con Tali Carreto a los platos

Con una noche dedicada a la música negra, con especial acento en el soul -pocas músicas como ésta más embriagadas de vida...-, se despide hoy Nocturama Agosto. No el ciclo -que este año, por primera vez, tendrá una prolongación en el escenario del Monasterio de la Cartuja durante todo este mes de septiembre- sino su tramo de agosto, de cuya programación se ha encargado, como es costumbre, La Suite.

Y si durante los últimos 30 días en el patio del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en sus ya típicas noches musicales veraniegas, se han escuchado propuestas tan dispares como el flamenco asalvajao de Tomasito, las canciones sofisticadas y leídas de Single, el blues pantanoso y visceral de Guadalupe Plata, las agridulces crónicas sentimentales de Christina Rosenvinge, el humorismo descacharrante por no decir inclasificable de Los Ganglios o -en el que fue una de las veladas más multitudinarias de la historia del ciclo- el pop de amplio espectro de la mexicana Julieta Venegas, el presente tramo de Nocturama echará el cierre con una sesión que se antoja, a priori, sudorosa y vibrante, toda una invitación al baile.

Abrirá la noche, de programa doble, Al Supersonic & The Teenagers, una veterana formación que se ganó hace tiempo el respeto de la cofradía española devota del northernsoul, esa militante rama del frondoso árbol del soul que surgió en el Reino Unido de los años 60, fruto del entusiasmo de los orgullosos jóvenes de la clase trabajadora por el sonido de los discos del sello Motown y de muchos otros bastante menos populares. En el amor hacia esta música peculiarmente dada al orgullo del connoisseur -los hits famosos del género, y los hubo a puñados en el catálogo de Motown, nunca fueron del agrado de sus seguidores, que como emblema de su melomanía insobornable apreciaban más los discos difíciles de conseguir y a menudo ajenos al éxito que editaban sellos mucho más humildes y desconocidos- se educó este sexteto granadino, una elegante y compacta formación sobrada de tablas en los escenarios europeos y cuyo sonido bascula entre el conocido como raresoul y la métrica más contundente de su primo hermano, el funk.

Tras ellos llegará el turno de Freedonia, uno de esos populosos y frenéticos combos tan característicos del género, que hacen de su pasión por la música negra un monumento a la energía y la agitación de la multitud en cada actuación. Con nueva vocalista, Maika Sitte, con sus ocho instrumentistas de la rotunda sección rítmica y de los indispensable vientos, el grupo nacido en Madrid hace casi una década repasará, a buen seguro, muchos de los temas de su último disco, publicado en 2014 bajo el título Dignity and Freedom, en un concierto que podrá simplemente escucharse, pero que está pensado, sin duda, para provocar el baile.

Para los más aguerridos, como señalan desde La Suite, si los conciertos no son suficientes, la noche seguirá, aunque fuera ya del recinto del Monasterio, en la Sala X, donde Tali Carreto ofrecerá una última descarga de energía a los platos. Quien desee unirse al fin de fiesta, tras los conciertos y la habitual sesión de dj en el CAAC, podrá hacer uso del autobús que esperará en la puerta del centro de la Cartuja para facilitar el desplazamiento a la calle José Díaz, donde se encuentra la sala.

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