Cultura

El Consulado de Portugal traerá 'La Pasión', de Cristina Rodrigues

  • La exposición está prevista para la próxima primavera y se repartirá por toda la ciudad.

La próxima primavera nueve enclaves de la ciudad se inundarán con las obras a gran escala de la artista lusa Cristina Rodrigues, entre ellos los Reales Alcázares, el Casino de la Exposición y el hotel Alfonso XIII, aunque todavía quedan varias localizaciones por confirmar. La pasión, título elegido para este proyecto organizado por el Consulado de Portugal y el municipio de Idanha-a-Nova, será la primera muestra que Rodrigues realice en España, tras un largo recorrido internacional, en el que ha expuesto en lugares como el Guandong Museum of Art en China, la galería Zweingstelle de Berlín, la Catedral de Manchester o la mansión Tatton Park de Inglaterra. Para la muestra hispalense Rodrigues traerá grandes instalaciones que ya han visitado otras ciudades y además centrará algunas piezas en la cerámica, pues considera que "Sevilla es una ciudad de cerámica que consiguió influir al resto del mundo con su estilo".

"Me quedé muy sorprendido del trabajo de Cristina la primera vez que lo vi, pues es capaz de reflexionar sobre objetos cotidianos, dándoles una nueva vida o interpretación", afirmó el cónsul Jorge Monteiro, quien asistió a la reciente presentación del proyecto en Sevilla, acompañado de José Lucas Chaves, el comisario, y la propia Rodrigues. "En el trabajo de Cristina está presente la idea de la Europa de los pueblos, que se expresa a través de su lenguaje, sus simbolismos, los materiales que utiliza y la conexión que sus obras tienen con los lugares en los que las expone", valoró Chaves.

Natural de Oporto (1980), Cristina Rodrigues ha desarrollado su carrera como artista en la ciudad de Manchester, donde además trabaja como docente en la Escuela de Arquitectura. Definida a veces como "una exponente del barroco contemporáneo", su obra pretende dar voz a mujeres trabajadoras del medio rural, a quienes considera "vehículos de transmisión cultural", que comparten su sabiduría con las nuevas generaciones, asegurando que legado y tradición se perpetúan. La manta, una de las piezas que constituyen la exposición sevillana y que actualmente se encuentra en el consulado de Portugal, da buena cuenta de esta idea. Construida a partir de adufes, unos panderos con forma cuadrangular típicos del país luso, la instalación configura una larga mantilla de boda, pues quiere representar la idea de "transición", paso a una nueva etapa de la vida. "Sólo las mujeres pueden interpretar música con el adufe. Cuando lo tocan es su momento para hablar, para contar sus historias", explica Rodrigues, quien adorna los instrumentos con motivos florales y los entrelaza utilizando largas cintas de colores.

Los inmigrantes son otro de los elementos presentes en su trabajo, pues ella misma se siente en esa condición, la de "tener la esperanza de encontrar algo mejor, algo construido a través del trabajo". Inspirada en la novela de John Steinbeck Las uvas de la ira, la obra, que hasta primavera estará expuesta en el jardín del Consulado, es una gran estructura blanca, casi a modo de racimo, de la que cuelgan numerosos frutos, en este caso hechos a partir de botellas de vidrio verdes y azules.

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