Poco más de un año después de iniciar su nueva andadura bajo la gestión de La Zanfoña Producciones, el pasado 11 de septiembre de 2014, el Teatro Quintero, ubicado en la calle Cuna, volverá el próximo 1 de enero a manos de su fundador y gestor original, el periodista Jesús Quintero. 

La noticia, rumoreada en los mentideros culturales locales desde hace días, ha sido confirmada esta misma tarde por las cuatro empresas que hoy alberga el edificio -Sacromonte Films, fililal de La Zanfoña Producciones, Sala Cero Teatro, Factoría de Ruidos y la promotora La Suite- en un tan escueto como emotivo comunicado difundido por redes sociales, en el que, no obstante, no se especifican las causas de este inesperado cambio de titularidad.

"Ha sido un año maravilloso en el Teatro Quintero que ahora toca a su fin. A partir del 1 de enero de este próximo año, 2016, la gestión del mismo volverá a ser de D. Jesús Quintero. Nos hubiera gustado poder continuar, pero no ha sido posible", apunta la nota, que resalta el agradecimiento de los todavía gestores del Quintero "al maravilloso equipo que ha trabajado intensamente para hacer del teatro durante este año un lugar de encuentro y disfrute cultural".

El comunicado también señala que durante este último año el Teatro Quintero ha albergado más de cien propuestas escénicas de diversas disciplinas -conciertos, musicales, dramas, comedias, proyecciones…- y creado "más de 20 puestos de trabajo directos y estables y más de 50 temporales". En este sentido, recuerda, "la cultura es diversión y entretenimiento, pero también fuente de empleo".

Por último, los actuales gestores muestran todo su agradecimiento "al maravilloso público de nuestra ciudad, quien en todo momento nos ha apoyado llenando la sala y comprendiendo y disculpando los errores que hayamos podido cometer. A todos ellos, a todos ustedes, gracias infinitas por un año tan sensacional".

Inaugurado el 18 de abril de 2010 en el edificio antes ocupado por el histórico cine Pathé, que albergaría luego un teatro, una discoteca y hasta un plató de televisión, el Quintero vivió una primera etapa, la gestionada por el popular periodista que le da nombre, con una programación variopinta en la que cabían desde espectáculos de variedades a conciertos de copla. Con el cambio de gestión a favor de La Zanfoña Producciones, y con el productor cinematográfico Gervasio Iglesias -La Isla Mínima, Grupo 7…- como cabeza visible, el teatro inició una época bien distinta volcada en la conversión de tan céntrico espacio en una auténtica factoría de dinamización cultural. En abril de este mismo año se incorporaba al proyecto Sala Cero Teatro, que reforzaba la apuesta dramática de la programación, y aún más recientemente lo hacía La Suite, responsable de ciclos musicales como Nocturama Agosto, Música en el casino y Showcas. El teatro de Cuna, además, se había convertido ya en sede sevillana del programa de conciertos Son Estrella Galicia, que ha traído hasta la ciudad a notables exponentes del rock nacional e internacional menos acomodaticio.

"Es una lástima -declara Gervasio Iglesias a Diario de Sevilla-, porque eran cosas que estaban funcionando muy bien y que ahora, al no disponer ya de un espacio de estas características, no vamos a poder llevar adelante". El productor añade que tres de la empresas aún presentes en el Quintero -Sacromonte Films, La Suite y la firma de posproducción cinematográfica Factoría de Ruidos- se mudan juntas a un local cercano, aventura que no secundará la veterana Sala Cero Teatro, que requiere de un espacio acorde a su función escénica.

Sobre los motivos del abandono, no explicados en el comunicado, Iglesias apunta que "en principio se trataba de un acuerdo a tres bandas entre la familia propietaria del inmueble, Jesús Quintero, que lo tiene alquilado hasta 2026, y nosotros, que nos hacíamos cargo de la gestión durante un año y con la opción de renovar el contrato por tres más". Sin embargo, continúa, "hace un mes recibimos un burofax en el que Jesús Quintero nos comunicaba su decisión de volver a gestionar él mismo el teatro".

Habrían sido varias las reuniones mantenidas desde entonces entre el periodista de San Juan del Puerto, empeñado ahora en el montaje de una pieza teatral de título Quinteriana, y los actuales gestores del Quintero. Todas infructuosas, como certifica esta repentina despedida de un espacio que, en tan corto tiempo, había conseguido ya hacerse hueco en la oferta cultural sevillana.