Entre las certezas del panorama cultural sevillano hay una realmente sólida: el compromiso de los Amigos de la Orquesta Barroca de Sevilla (AAOBS), asociación que podría alcanzar los mil integrantes este año. El colectivo, que ha mantenido reuniones con diversas administraciones y direcciones artísticas en las últimas semanas, avanzó ayer a este medio las dificultades, tanto logísticas como económicas, que la OBS tiene para celebrar su próxima temporada de conciertos en Sevilla. En este curso, integrada por diez programas, la temporada tiene como sede principal el Lope de Vega de Sevilla. "Sin el apoyo del teatro y de su director, Juan Víctor Rodríguez Yagüe, que nos acogió y ofreció su ayuda en un momento difícil de cambio, la temporada no se hubiera realizado", explica Camilo Montaño, presidente de los Amigos de la OBS.

Tras haber vendido 450 abonos el año pasado entre sus 700 socios, la OBS siente que la demanda de sus seguidores vuelve a superar a la oferta y, por ello, y también porque este proyecto se autofinancia en gran medida a través de las entradas que garantizan sus seguidores, ha realizado una serie de encuentros con instituciones y responsables artísticos para buscar un aforo mayor que permita poner a la venta 550 abonos a principios de temporada además de un numero considerable de entradas sueltas para sus socios y cualquier aficionado que desee pasar por taquilla.

Los responsables de la OBS, dado que el aforo del Lope de Vega es de 730 localidades, creen que la viabilidad del proyecto pasaría por celebrar una parte del mismo en el Teatro de la Maestranza (1.700 localidades), al menos las cuatro producciones con más solistas y envergadura del curso, reservándose las óperas barrocas escenificadas al Lope de Vega y volviendo a trasladar los conciertos de los Solistas de la OBS al Espacio Turina, "donde al tratarse de nuestros propios músicos podríamos ofrecer dos veladas del mismo programa sin que los costes se multiplicaran", añade Montaño.

Este reparto en tres teatros distintos de la próxima temporada permitiría a la OBS funcionar empresarialmente respetando su compromiso con su principal socio, el Ayuntamiento de Sevilla, cuya aportación de 75.000 euros para la actual temporada ha sido uno de los tres pilares de la misma junto al Lope de Vega (que cofinanció las dos obras que se ofrecieron dos días consecutivos, La Senna Festeggiante de Vivaldi y, esta semana, Apolo y Dafne de Haendel) y los ingresos por taquilla. La última de las reuniones, celebrada con la directora general de Cultura, Isabel Ojeda, fue valorada de forma "muy positiva" por los responsables de la OBS, que confían en que el Ayuntamiento traslade al resto del Consorcio del Maestranza la importancia de contar con la OBS en la programación del próximo curso, lo que supondría que la OBS no tendría que asumir como un gasto el alquiler del espacio ("15.000 euros por día", precisa Camilo Montaño). Esto, además, permitiría a la orquesta hacer frente a un panorama poco halagüeño: la consejería de Cultura no garantiza su apoyo, que era de 10.000 euros anuales, y tampoco la Universidad de Sevilla ha comprometido a estas alturas del curso -venía confirmándolo como tarde en enero de cada año- su respaldo al proyecto Atalaya, referente nacional en la recuperación y difusión del patrimonio musical andaluz que, además de publicaciones y ediciones discográficas, incluía la coproducción de tres conciertos de la OBS, uno de ellos en Sevilla, que solía acoger la Anunciación.

Para colmo, la OBS ha perdido esta semana la sede que en los últimos años le había cedido gratuitamente el Centro de Iniciativas Culturales (Cicus) de la Universidad de Sevilla. Su ya ex oficina alojará el despacho de un nuevo directivo de la US; los archivos, material discográfico, partituras y documentos de la OBS están ya, desde hace unos días, arrumbados en un almacén.