Cultura

Vanidad, exquisita vanidad

  • Con una fiesta sin precedentes, la revista ‘Vanity fair’ presentó ayer en Sevilla su edición española. Un acontecimiento social al que asistieron como invitados importantes rostros mundialmente conocidos como Orlando Bloom, Salma Hayek o Eva Green.

“¿Tú recuerdas una fiesta igual que ésta?”, preguntaba sorprendido un periodista a otro en los accesos de la Casa Pilatos y mientras esperaba la llegada de Orlando Bloom. Fue el último pero, al final, hizo acto de presencia desatando el clamor popular de todos los que, atraídos por la multitud de flashes y cámaras de televisión, se congregaron a las puertas de tan elegante edificio (residencia, por cierto, de Nati Abascal).

Antes del actor, un impresionante desfile de personajes populares entre los que destacó otra ‘superstar’, Salma Hayek, muy elegante de negro y acompañada de su padre. “He venido a Sevilla con mi familia y, por supuesto, con mi hija Valentina, a la que he dejado en el hotel con mi madre”, explicaba la mexicana. “Mi niña es lo mejor que me ha pasado en la vida”, concluyó mientras se dirigía hacia el interior de una celebración que congregó, como suele decirse, “a lo mejor de lo mejor”.

Así lo atestiguaron otros internacionales como Eva Green –conocida por su intervención en la película del agente 007 Casino Royale– o el francés Olivier Martínez quien, con su glamouroso acento, confirmó su dominio del castellano. “Mi apellido es Martínez”, aclaró. A su lado, su hermano Vincent y, cerca, un paisano con cada vez más presencia en el cine estadounidense, Jordi Mollá. “No creo que sea especialmente vanidoso”, comentaba entre bromas y aceptando el taper con el que una reportera le pidió algunos canapés para hacer más llevadero su duro trabajo.

¿Más?Tantos que casi abrubaron. A saber, María Botto, la embarazada Carolina Herrera y El Litri, Laura Ponte y Miguel Palacio, Nuria March –quien se marchó nada más hacer el paseíllo –, Nieves Álvarez –de Yves Saint Laurent– y su marido, Roberto Torreta, Simoneta Gómez Acebo y José Miguel Fernández Sastrón, Alaska y Mario Vaquerizo, Cristina y Amparo, las chicas de Dover, Boris Izaguirre –con gran pajarita morada– de la mano de Lucía Bosé, Vicky Martín Berrocal –con un traje diseñado por ella misma–, María León, Ira de Fürstemberg, María Eugenia Fernández de Castro, Carla Goyanes, Ana Millán –de Cámera café–, Tony Benítez, Purificación García, Bèatrice de Orleans, Patricia Medina Abascal... Hasta la aclamada Blanca Martínez de Irujo, confirmando que se encuentra “muy bien” después de su ruptura con Fran Rivera, estuvo presente en una velada donde, la elección de vestuario más aplaudida, fue la de Mar Flores. A punto de estrenar película, la modelo se decantó por una vaporosa creación –“difícil de poner”, según sus palabras– con estampados y encaje negro.

Incluso una Mónica Cruz sin Penélope, ausente “por motivos de trabajo”, paseó su palmito por la alfombra roja vestida, no podía ser de otra manera, de Mango. La marca era lo de menos si se lucía bien y, a la vista queda, las perchas eran de primera. Vanidad, exquisita vanidad.

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