LA RITIRATA. Noches en los Jardines del Real Alcázar. Programa: Obras de G. A. Paganelli, A. Caldara, D. Scarlatti, F. P. Supriano, G. Facco, J. de Larrañaga, L. Boccherini y anónimo. Violonchelo: Josetxu Obregón. Clave: Daniel Oyarzábal. Lugar: Jardines del Alcázar. Fecha: Viernes, 19 de agosto. Aforo: Lleno.

Con una selección de su último disco y en formación reducida, el grupo La Ritirata, con su director Josetxu Obregón al frente, desplegó en la noche del viernes un interesante panorama sobre la introducción de la música para violonchelo en la España del siglo XVIII. Música traída fundamentalmente por músicos italianos que trabajaron durante dilatados años en la muy musical corte española del siglo XVIII.

Obregón ofreció una soberbia lección de fraseo y de buen gusto expresivo a todo lo largo del programa, sabiendo diferenciar en todo momento mediante claves fraseológicas y articulatorias las claves estilísticas propias del lenguaje barroco de Paganelli, Supriano o Facco de las netamente clasicistas de Boccherini. Con un sonido rico en colorido y en matices, brillante y sin asperezas y siempre con la afinación justa (lo que no es nada fácil sobre todo en esos frecuentes pasajes en el extremo agudo de Boccherini), arrancó con lirismo contenido, de escaso vibrato y con articulación basada en diversos grados de staccato, para pasar a las magníficas agilidades del Allegro de Paganelli. Brillaron más tarde la cantabilidad sostenida del Preludio de Facco, dando paso a la espectacular energía de los ataques en la Allemanda. Ya con Boccherini, con un sonido más ampuloso pero siempre controlado, Obregón mostró su control del siempre desafiante fraseo del compositor de Lucca.

Oyarzábal mostró ser un consumado clavecinista en unas soberbias sonatas de Scarlatti (fantástica claridad expositiva en los pasajes fugados de la K 82) y en una saltarina y brillante versión de la sonata de Larrañaga.