Cultura

Tal como lo vio y vivió El Cubri

  • La Casa de la Provincia abre sus puertas a la exposición que el Encuentro Internacional del Cómic dedica al colectivo de ilustradores e historietistas

"Estos días son para nosotros especialmente emocionantes, porque aunque nos vemos de vez en cuando, vamos a estar los tres juntos aquí, en Sevilla", dice Felipe Hernández Cava de sus antiguos compañeros en el colectivo El Cubri, Saturio Alonso y Pedro Arjona. Activo entre 1973 y 1984, el trío de historietistas, ilustradores y cineastas recibe estos días el reconocimiento del Encuentro Internacional del Cómic y la Ilustración de Sevilla, que le dedica en la Casa de la Provincia, hasta el 18 de enero, la exposición Tal como éramos.

"Queríamos hacer un trabajo eminentemente político que fuera fiel reflejo tanto de la situación en la que vivíamos bajo la dictadura como de otros temas en principio ajenos a España, asuntos del panorama internacional que también molestaban al franquismo. Así que parte de lo que queríamos hacer, hasta la llegada de la democracia, iba dirigido al ámbito clandestino", evoca Hernández Cava de unos años en los que El Cubri diversificó su producción entre las publicaciones visibles y aquellas otras invisibles al régimen. Una situación ésta que aún se prolongaría tras la muerte del dictador, pero que no impediría la cada vez más patente presencia del trío en revistas tan señaladas como Por favor.

"Los de la Transición fueron años quizás más duros que los últimos del franquismo -recuerda Hernández Cava-. Se dio el caso de la revista Contrastes, retirada por una portada nuestra. En una revista de temas feministas, Dosel, criticamos las actitudes machistas de los jueces y se arrancó la página de todos los ejemplares. Los propios editores no tenían claro qué era lo que podían publicar". Colaboradores activos con la causa de aquella izquierda, nunca se autocensuraron, "porque cuando hacíamos algo que creíamos que teníamos que hacer, pero que sabíamos que no iba a tener fácil salida, lo sacábamos por cauces clandestinos".

Ahora, como entonces, El Cubri evita el eufemismo y llama a las cosas por su nombre, sin que eso signifique dibujar con trazo grueso. "Se habla mucho de novela gráfica, pero nos sentimos más identificados con los términos historieta, en cuanto al lenguaje, y tebeo, en cuanto a publicación. Nos sentimos herederos de la tradición de profesionales como el genial Vázquez. Aunque nuestro trabajo fuese muy distinto al que ellos se plantearon para para poder vivir de esto, los sentimos como nuestra familia. Mucho más familia que los escritores dedicados únicamente a la literatura. Creo que es ese complejo de inferioridad el que en algunos casos impulsa a compañeros a autodefinirse como autores de novela gráfica".

El Cubri desapareció cuando Alonso se instaló en Irlanda. No obstante, a comienzos de los 90, Hernández Cava y Arjona volvieron a coincidir en otro de sus campos de actuación predilectos: el cine. Ambos han colaborado en varios documentales, incluido Corazones de hielo (2007), para la Fundación de Víctimas del Terrorismo, que podrá verse hoy a las 19:00 en la Fnac. "Cuando abordamos temas como éste nos sentimos en la misma línea de denuncia contra el totalitarismo que hacíamos en la época de la dictadura", afirma Hernández Cava, convencido de que "habría que comprender de una vez por todas que los movimientos y las reivindicaciones nacionalistas no tienen el marchamo de progresismo que desde la izquierda absurdamente se les concede".

El veterano guionista e ilustrador echa en falta en la España de hoy un cómic político sincero -"cuando lo hay parece que funciona a toque de sordina con consignas generales: si se anuncia desde el poder que tenemos que asistir a un periodo de recuperación de la memoria histórica, entra en tromba gente que no se había interesado especialmente por esos asuntos"-, aunque tampoco se sorprende por su ausencia. "La política ha entrado en un proceso de deterioro lamentable, en este país y en el mundo en general. Vivimos una época de homogeneización de la mediocridad a todos los niveles. Y todo, la cultura, la política o cualquier manifestación, acepta formar parte de esa medianía", dice.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios