Procedente de la Tate Britain de Londres, la gran retrospectiva organizada cuando se cumple el centenario del nacimiento en Dublín de Francis Bacon mostrará prácticamente todas las obras fundamentales del artista, que falleció en Madrid en abril de 1992, tras haberse convertido en asiduo visitantes del Prado durante los últimos años de su vida.

El proyecto, compartido también con el Metropolitan de Nueva York, tiene una especial significación para el Prado, donde se producirá "el encuentro de la obra de uno de los maestros del siglo XX con los artistas que él contempló", señaló ayer Plácido Arango, presidente del Patronato de la pinacoteca, tras firmarse un convenio de colaboración para la producción de la muestra entre Acciona, el Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid.

El ministro César Antonio Molina no escatimó alabanzas para Bacon, indiscutible personalidad del siglo XX de la que cada vez más se valora su estrecho vínculo con la más larga tradición de la historia del arte de todos los tiempos que admiró y estudió. "Especialmente relevante se ha mostrado con el paso del tiempo el diálogo de Bacon con la tradición artística española y con sus principales maestros, con su contemporáneo Picasso al principio de su carrera y con el intemporal Velázquez, revivido constantemente en su obra", declaró Molina.

Ante esta importante retrospectiva, que reunirá más de setenta obras del 3 de febrero y hasta el 19 de abril -los Príncipes de Asturias la inaugurarán oficialmente el lunes 2 de febrero-, "Francis Bacon se sentiría impresionado y hubiera rechazado venir, era un hombre muy humilde", comentó Manuela Mena, jefa de Conservación de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Prado, y comisaria de la exposición en Madrid. Mena, quien acompañó en varias ocasiones a Bacon en sus visitas al Prado, recuerda de él "su enorme educación y gentileza, su calidad humana tremenda, su mirada directa y su interés por Velázquez y Goya". Como artista, Mena alaba la importancia de su técnica. "Como ocurre con todos los artistas superiores, eso le acerca a los grandes maestros del Prado. El recorrido de la muestra viene impuesto por mis colegas de la Tate, que son grandes especialistas en Bacon y habrá muchas sorpresas", avanzó.

El planteamiento será cronológico, pero al mismo tiempo se dividirá en las diferentes zonas temáticas que él trató, como el estudio de los animales, los hombres, la crucifixión, el retrato o sus archivos con importante documentación, "que van a resultar muy interesantes", resaltó Mena. La muestra, que se extenderá por todas las salas de exposiciones temporales, continuará con temas épicos y finalizará con los relacionados con Grecia y con las últimas obras en las que se produce una vuelta al clasicismo "y hace unas propuestas que están todavía por desarrollar". El gran valor económico de las obras de Bacon ha hecho que muchos coleccionistas privados rechazaran ceder sus pinturas, lo que ha dificultado mucho la producción de la muestra.