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Cultura

"Hay cosas ligadas a la infancia que están ahí y exigen cierta movilización"

  • El músico senegalés presenta hoy el macroconcierto de música africana con el que se inicia el festival Territorios · El objetivo de su fundación pasa ahora por recaudar fondos para luchar contra el paludismo

Popular en Occidente gracias al apoyo inicial de Peter Gabriel, consolidado en su fama tras su colaboración con Neneh Cherry en Seven Seconds, el músico senegalés presenta hoy el macroconcierto África Vive, arranque musical del festival Territorios, cuyos beneficios serán destinados a la fundación que lleva su nombre.

-¿Cuál fue el origen de su fundación?

-Al comienzo de mi carrera cada fin de año hacía playbacks en las escuelas y bailaba con los niños. Un día vinieron los de Unicef y me propusieron hacerme embajador. Pregunté qué era eso y me contestaron: seguir haciendo lo que haces. Y me nombraron embajador. Así que creo que fue Unicef lo que me empujó a crear la Fundación Youssou N'Dour. Cuando iba a las escuelas veía a niños que estaban muy bien, pero también a otros que estaban en peor situación, tristes. El mensaje que quiero transmitir es que hay que romper el silencio de los niños.

-¿Y cuáles son sus objetivos?

-Ser un amplificador de todas las cosas ligadas a la infancia, que están ahí y exigen cierta movilización. Ese papel es más que suficiente para nosotros.

-Por ejemplo, para amplificar una pregunta suya: ¿cómo es posible que en 2009 mueran 3.000 niños al día víctimas del paludismo. ¿Tiene la respuesta?

-No, pero creo que Washington tenía mosquitos y también los había en Israel. ¿Por qué allí se han erradicado? El principal problema del paludismo son los mosquitos. La única solución que conocemos, aunque tal vez haya otras de las que no sabemos, porque a veces la industria farmacéutica puede encontrar soluciones y se las queda, no sabemos, la única solución, digo, son las mosquiteras impregnadas, y queremos que todos los niños y mujeres embarazadas las tengan gratuitamente. El mosquito te pica entre las nueve de la noche y las seis de la mañana. Si las personas duermen dentro de la mosquitera, el mosquito no sólo no puede entrar, sino que además la mosquitera lo mata.

-¿Cómo se implicó en África Vive?

-En 2005 programamos en Dakar un festival que se llamó Africa Live, con muchos de los artistas que ahora estarán aquí. De ahí surgieron varias colaboraciones, un núcleo musical que cruza el mundo. Así que pienso que esta programación es única. Claro está que me hubiera gustado cantar, pero estoy trabajando en un nuevo disco y me resultaba difícil. Así que mañana [por hoy] seré un privilegiado: por una vez voy a poder escuchar la música de todos estos artistas. Es una gran ocasión y espero que venga mucha gente.

-¿A quién destacaría del cartel?

-Dirán que viene del mismo país que yo, pero es Carlou D, uno de los guitarristas más grandes que he conocido, de un nivel extraordinario. Tocó en mi último álbum. Pero también hay que señalar a Rokia [Traoré], que representa a la nueva generación de la canción femenina africana. Todo lo que canta Rokia es interesante, pero también todo lo que dice. Me gusta mucho su discurso. Y bueno, ver a Tony Allen es increíble. O a Seun Kuti... Vi un concierto suyo en Dakar hace dos meses y... ¡es su padre! ¡Es Fela! Bailé, lloré, pensaba en Fela, me acordaba de él. También me gusta mucho Femi Kuti, es muy moderno, pero Seun es su padre.

-En la década de los 50 se produjo una intensa transfusión de sonoridades del Caribe hispano hacia Senegal. En Dakar surgieron grupos que cantaban en español. ¿Qué queda de aquello?

-Sigue estando ahí. Con la esclavitud las músicas se fueron, y luego volvieron. Cuando regresaron sentimos escalofríos. La gran música que volvió haciéndonos tiritar fue la música cubana. Sabíamos que era parte de nosotros, incluso cantada en español, y sigue estando ahí. No es algo que haya venido, sino que partió de nosotros y que volvió.

-Usted participó en un documental que rastreó las huellas de los esclavos en los cimientos del jazz, Retour a Gorée. ¿Hará algo similar con ese otro viaje de ida y vuelta?

-Lo que pude hacer con el jazz fue una experiencia formidable, así que es posible que lo hagamos, no yo personalmente, pero sí alguien con más autoridad, que lo haya vivido.

-¿Fue el rap el último gran desembarco occidental en la música africana?

-En África tenemos muchos idiomas, y el rap suena tan bien, por ejemplo, en wolof. Es una mezcla magnífica. Si va a Senegal y pregunta por el tasu le diran que es una especie de rap tradicional, así que, de otra forma, siempre existió en África, aunque luego volviera a nosotros con un mensaje del gueto.

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