Bartolomé Esteban Murillo realizó a lo largo de su carrera distintas versiones de San José con el Niño, un tema de gran demanda entre su clientela sevillana a lo largo del siglo XVII. En el Museo Pushkin de Moscú se conserva una de las pinturas más hermosas de esa serie. Una réplica fidedigna de ésta, realizada por Murillo con la ayuda de varios colaboradores de su obrador, saldrá a puja el próximo 19 de noviembre en Arte, Información y Gestión, la casa de subastas de la corporación empresarial de Cajasol.

El óleo sobre lienzo de Murillo se pone a la venta con un precio de salida de 125.000 euros, convertido en una de las piezas estrella de esta cita cultural que confirma que el arte no sólo es un valor refugio sino también un sostén de espiritualidad y belleza en tiempos de recesión. Basta echar un vistazo a los lotes ofertados en la web de la entidad (www.arteinfo.es) y admirar la sucesión de atractivas obras de distintas tradiciones pictóricas y escultóricas.

San José con el Niño es, según el estudio que ha realizado el catedrático de Historia del Arte Enrique Valdivieso, una obra de madurez de Murillo, quien la habría ejecutado hacia 1670, al final de su vida y cuando alcanza la cima de su expresividad. Con formas suaves y amables, el maestro sevillano retrata a un hombre joven que proyecta sobre su hijo todo su afecto. El lienzo ya había sido documentado por Diego Angulo en su famoso tratado sobre Murillo, el equivalente al catálogo razonado de la obra del pintor.

Otra de las pinturas antiguas más valiosas a subasta, y con una truculenta historia a sus espaldas, es una Santa Faz pintada por Pedro de Campaña por la que se podrá pujar a partir de 120.000 euros. Este óleo sobre tabla del maestro flamenco afincado en Sevilla se conservaba en la expoliada iglesia de Santa Cruz, donde remataba el retablo del Descendimiento de la cruz que le encargó para su capilla familiar en 1547 el aristócrata sevillano don Fernando de Jaén.

A diferencia del lienzo de Murillo, que precisaría de restauración, esta Santa Faz se encuentra en muy buen estado de conservación y está atribuida a Pedro de Campaña en el dorso. El rostro impreso en el paño de la Verónica se muestra con una gran expresividad que resalta la serenidad alcanzada por Cristo en un momento de especial sufrimiento, como prueba la aparatosa corona de espinas y los arañazos de la flagelación. La puesta en circulación por Arte, Información y Gestión de esta pieza hasta ahora desaparecida supone una enorme contribución a la recuperación del patrimonio sevillano disperso a causa de la invasión napoleónica, un asunto al que ha dedicado enormes desvelos Enrique Valdivieso, quien realiza la ficha documental de la obra.

En este sentido, es también importante la subasta de un lienzo sobre el nacimiento de San Francisco que el sevillano Domingo Martínez pintó para el claustro del Antiguo Convento de San Francisco de Sevilla. Perteneciente a una colección particular madrileña y con un precio de partida de 40.000 euros, la obra fue inventariada por Manuel Gómez Imaz junto con otros cuadros de la serie de escenas de la vida del santo que las tropas francesas almacenaron en 1810 en los Reales Alcázares. De esta serie sólo se conservaba uno de medidas similares a éste que representa al santo confortado por un ángel y que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

La temática religiosa está igualmente representada en el catálogo de escultura, donde descuella un Nacimiento napolitano del siglo XVIII en terracota policromada (a partir de 6.000 euros).

Como viene siendo habitual, una exposición en el Centro Cultural Cajasol de la calle Laraña permitirá al público y a los coleccionistas, desde el 9 al 19 de noviembre, admirar estos lotes, entre los que no escasean obras de cotizados artistas contemporáneos vinculados con Sevilla. Así, de Carmen Laffón sale a la venta por 12.000 euros un hermoso óleo sobre táblex, Joven en el parque. También hay trabajos de Joaquín Sáenz, Pérez Villalta, Agredano, Salinas, Federico Guzmán, Manolo Quejido, Concha Ybarra...

Del siglo XIX hay una notable representación de obras de Romero Ressendi, un artista sevillano por el que el guitarrista Manolo Sanlúcar siente devoción. Apuntes de Joaquín Sorolla y lienzos de Valeriano Domínguez Bécquer, Grosso, Villegas, Jiménez Aranda o García Ramos son otros de los múltiples tesoros de esta subasta otoñal que también aspira a iniciar en el coleccionismo a los más jóvenes, con litografías, grabados, aguafuertes y distintas piezas a partir de 150 y 200 euros.