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Cultura

La Junta suprime las ayudas a la producción editorial para este año

  • El sector se muestra preocupado por la desaparición de un impulso "histórico" que contribuía a la compra de libros andaluces para las bibliotecas · En 2009, los incentivos superaron el millón de euros

El sector editorial andaluz, que en los últimos años había mostrado signos de buena salud con el reforzamiento de las propuestas existentes y la incorporación de nuevos sellos, sufrirá este año un duro revés por culpa de la crisis. Como recogía ayer el boletín digital Andalucía Cultura, la Junta de Andalucía no convocará este año las subvenciones de impulso al sector y apoyo a la producción editorial, con lo que las empresas del gremio dejarán de percibir unos incentivos que el año pasado superaron el millón de euros, según confirmaron ayer a este periódico fuentes de la Asociación de Editores de Andalucía (AEA) y de la propia Dirección General del Libro de la Junta. Sólo en el respaldo a obras editadas se concedieron el pasado año 749.000 euros, una cantidad a la que hay que añadir la cifra destinada a publicaciones periódicas y especializadas.

Según la presidenta de la AEA, María Luisa Amores, la eliminación de las ayudas a la producción editorial en 2010 produce "una gran preocupación", ya que se trata de "una ayuda histórica" de compra de libros para la Red Pública de Bibliotecas de Andalucía. La también responsable de la editorial Extramuros afirmó que "a muchos editores, sobre todo los pequeños, les afecta gravemente, pues contaban con esa aportación económica en sus previsiones".

Por su parte, la directora general del Libro de la Junta de Andalucía, Rafaela Valenzuela, puntualizó que las ayudas suprimidas son "sólo una parte de los incentivos que se conceden al sector editorial, al que, desde luego, no vamos a dejar desasistido". Entre las medidas que destacó Valenzuela se encuentran los préstamos reintegrables que la Consejería ha ideado para las empresas culturales, "y a las que se puede acoger cualquier editorial"; las subvenciones para que los sellos andaluces puedan acudir a ferias del libro internacionales, como las de Fráncfort (Alemania) y Guadalajara (México), una línea de trabajo que según anunció "se va a mantener"; y una tercera posibilidad, que "no se plantea como sustitutiva de la subvención, pero sí como una opción paliativa" que consistirá en la compra directa a las editoriales "de los títulos que pueden ser más interesantes" a juicio de una comisión integrada por expertos de diferentes ámbitos -libreros, escritores, bibliotecarios, editores y técnicos- relacionados con el panorama literario. Además, Valenzuela añadió que continuará la colaboración con el Ministerio de Cultura en la ayuda a la adquisición de libros por parte de las bibliotecas, "aunque en este caso depende de cada uno de los centros que apuesten o no por publicaciones andaluzas".

Por último, la directora general del Libro alegó que es un periodo difícil "en el que se están realizando ajustes en todos los negocios", pero animó a los editores a aguzar la imaginación para afrontar la crisis. "Ahora es el momento en el que hay que buscar opciones más innovadoras, como el que las empresas se unan para proyectos o misiones concretas", valoró al respecto Valenzuela.

Aunque desde la Junta se plantean alternativas para que este recorte repercuta "en la menor medida", desde el colectivo afectado han sido varias las voces que reconocen su inquietud ante el futuro. Desde la editorial Almuzara suscribieron las palabras de preocupación de la presidenta de la AEA y mostraron su convicción de que bajará la producción y "habrá menos títulos", una reducción que podría tener asimismo un reflejo en el empleo que se genera dentro de la compleja maquinaria que conlleva la publicación y distribución de las obras.

Eduardo Moreno, del sello cordobés El Olivo Azul, resaltó ayer la "importancia" que las ayudas suprimidas han tenido en el "florecimiento" que había experimentado el gremio en Andalucía. El editor afirmó que estos estímulos "son especialmente valiosos cuando uno quiere sacar adelante proyectos costosos", pero reconoció que "las ayudas están para ayudar, pero no para soportar una industria. No podemos permitirnos que nuestro trabajo dependa del apoyo de las instituciones". Sobre la supresión de las medidas de apoyo al sector, Moreno llamó a la cautela. "Es pronto para tener una opinión, porque todavía hay pocos datos. Imagino que desde la Junta tienen que reorganizar el tema presupuestario, habrá que ver cuáles son las razones y las explicaciones que se dan", declaró.

Por su parte, José Daniel Serrallé, de la editorial sevillana Metropolisiana, observó que las ayudas canceladas "suponen una entrada de dinero que te permite seguir editando, y un modo para que tus libros lleguen a más lectores a través de las bibliotecas".

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