Cultura

Un sonido en la periferia del flamenco

  • El Barrio actúa mañana y el sábado en San Pablo con las entradas agotadas

En 2008, con el éxito que obtuvo el disco La voz de mi silencio, José Luis Figuereo Franco dio pie a una nueva clase social. Es una licencia de quien escribe, lógicamente. Aunque no para las decenas de miles de personas que abarrotan las giras de El Barrio. El gaditano de Santa María define a sus fieles en una de las canciones que más ha sonado fiestas populares en los últimos dos años: Somos los barrieros/y venimos todos a una/debajo de mi sombrero/mi alma blanca, blanca como la espuma. Sombreros se ven, y muchos, en los conciertos de este cantautor de masas que arrancó el pasado 22 de enero la gira de invierno del disco Duermevela (más de 30 conciertos y cerca de 300.000 espectadores). Mañana y el sábado hace parada ante 20.000 espectadores en Sevilla con el cartel de no hay entradas colgado desde hace meses. "El público de Sevilla es como mi familia, siempre que he cantado aquí los conciertos han sido memorables. Aquí estoy en mi casa. Este año además hacemos dos días en el Palacio de los Deportes de San Pablo, con lo que demuestra que han aumentado el número de barrieros" , comenta.

Sevilla marcó un antes y un después en su trayectoria. Trece años han pasado desde que las radiofórmulas y los programas de variedades radiaran sin descanso aquel lejano Yo sueno flamenco - tema que daba nombre a su primer disco- en el que el gaditano compartía recuerdos con la añorada Esperanza del grupo de vetustos flamencos Triana pura. Era una declaración de intenciones con la que José Luis Figuereo se presentó ante un público que lo recibió con entusiasmo. "Yo sueno flamenco/yo sueno distinto/yo lo llevo dentro/porque lo he vivido". Fiel a un sello discográfico, Senador, y al suyo propio, el de la estética de crooner ibérico, El Barrio ha creado un sonido en la periferia del flamenco.

En Duermevela, que lleva vendido más de 100.000 copias, asegura que el rock gana por primera vez al sonido en el que se curtió de joven, como guitarrista de acompañamiento en tablaos a figuras emergentes, entonces, como Sara Baras o Antonio Canales. Sin desligarse de ese mundo, en su nueva producción El Barrio ha querido darle mayor protagonismo al rock progresivo andaluz inspirado en los inicios de Triana y Alameda pero manteniendo, en cualquier caso, el espíritu de cronista callejero en las letras. José Luis Figuereo le escribe al amor y al desamor pero también a la prostitución, a la Iglesia, a la inmigración ilegal y, por fin, a su hija, la que, dice, le ha traído la estabilidad emocional que anhelaba. Se define como "un observador de la realidad" pero también es quien "acepta el vedetismo" pero "detrás del sombrero hasta burlarse de sí mismo".

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