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Cultura

"Somos quienes somos por lo que vivimos y lo que soñamos. La ficción es esencial"

  • El alicantino José Luis Ferris aúna realidad y fábula en 'El sueño de Whitman', una indagación en el pasado individual y colectivo por la que el escritor ha ganado el V Premio Málaga de Novela

José Luis Ferris (Alicante, 1960) es un poeta muy apreciado en los círculos literarios al que aún le falta un gran premio nacional que le haga justicia a la calidad de sus versos. Su honda voz lírica ha dado a la imprenta obras notables como Piélago (Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana), Cetro de cal (accésit del Adonais de 1984) y Niebla firme (1989). Ferris es también el principal biógrafo de Miguel Hernández, de quien ya editó una antología muy bien recibida. Su ensayo Pasiones, cárcel y muerte de un poeta (Temas de Hoy) está reconocido como el acercamiento más riguroso al autor de El rayo que no cesa y, al calor del centenario, se suceden las reediciones. Pese a todo este acervo, que incluye el Azorín de novela por Bajarás al reino de la tierra, posiblemente la mayor parte del público va a descubrirle ahora gracias a El sueño de Whitman, la obra con la que ha ganado el V Premio Málaga de Novela que, dotado con 24.000 euros, coedita la Fundación Lara.

"Es una historia extraordinariamente bien escrita, un libro muy trabajado con una escritura compleja. No es la novela habitual sobre la Guerra Civil. Ferris nos cuenta la búsqueda personal de una mujer condicionada por su pasado y una pasión tardía que sobrecoge por la manera en que está narrada", reflexiona su editor y miembro del jurado del Premio Málaga, Ignacio F. Garmendia.

Ferris no era un extraño en las lides de la recuperación de la memoria y a sus trabajos sobre Miguel Hernández sumaba, también en Temas de Hoy, sendas aproximaciones a la vida y obra de Maruja Mallo (2004) y Carmen Conde (2007). "No soy un autor al que le preocupe sólo la Historia. Trabajo mucho la vida de los personajes, sus aspectos éticos", comenta en la sede del Grupo Planeta en Madrid. "Tanto en mis ensayos y biografías como en las novelas hay una voluntad de explorar la naturaleza humana y ahondar lo máximo en ella".

El sueño de Whitman cuenta la vida de una maestra de escuela recién jubilada que, de golpe, descubre su pasado a los 65 años. Seguimos con atención su búsqueda pero también "la de miles de personas que desean enterrar como Dios manda a sus muertos". Es, además, la historia de los militares asesinados en Marruecos "y abandonados en las cunetas entre Melilla y Alcazarquivir por no levantarse en julio del 36 contra la República", añade el escritor.

Con una estructura muy meticulosa en la que los capítulos pares trasladan el relato a la actualidad, la novela es fruto, insiste, "del compromiso que a comienzos de la década asumí junto a la escritora Dulce Chacón de rescatar la voz dormida de tanta gente que, tras la guerra, sufrió la represión, el miedo y el silencio".

Rebuscar en la memoria causa problemas y los protagonistas del Premio Málaga de novela lo acusan: "Para cuando consiguen llegar a los archivos militares, ya no están los documentos que buscan". Sin embargo, Ferris ha tenido mejor suerte. "Un hombre muy interesante con el que todavía me carteo me entregó el diario de un capitán del Ejército, encargado de hacer triunfar el alzamiento en Marruecos, con la esperanza de que publicara la atroz verdad, desde dentro". Poco a poco llegaron nuevos testimonios. "En Alicante, como en la Costa del Sol, está la huella de disidentes franquistas que iniciaron allí otra vida. No cambiaron de identidad como los nazis que ha novelado Clara Sánchez pero sí se refugiaron". Otro personaje fascinante de esa diáspora interior fue Dionisio Ridruejo, "una referencia clave para los descontentos".

En El sueño de Whitman los personajes reales conviven sin fisuras con los inventados; la información real, con la fábula. "No hay fronteras de espinos entre ambas esferas. Somos lo que somos por lo que vivimos tanto como por lo que no conseguimos, por nuestros sueños. Así que la ficción es fundamental en nuestras vidas", arguye su autor.

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