El encargo que Juan de Valdés Leal (Sevilla, 1622-1690) recibió del noble hispalense Miguel de Mañara para desarrollar el programa iconográfico del sotocoro de la Iglesia de la Santa Caridad marcó para siempre la fama del pintor barroco pues, durante siglos, y aun hoy, se le considera un autor tenebrista con especial apego a los motivos truculentos en su obra. No en vano, las pinturas de la Caridad, que permanecen en su emplazamiento original desde que fueran realizadas en 1672, suponen una reflexión sobre la brevedad de la vida y el triunfo de la muerte y un magnífico ejemplo de la filosofía barroca de la vanitas.

Acaso impulsada por la relevancia de esta serie iconográfica en uno de los templos más importantes de la ciudad (Valdés Leal fue un magnífico instrumento para transmitir las nuevas enseñanzas y devociones), la comparación con Murillo, estrictamente contemporáneo y su mayor rival pictórico, ha sido frecuente a lo largo de la historia del Arte. Si la obra murillesca se ha definido como la expresión misma de la dulzura y la calma -y, por ello, injustamente tachado de costumbrista y almibarado-, la obra de Valdés Leal ha sido tildada de dramática y áspera aunque con un vivo sentido del movimiento, del colorido y con un magistral uso de la iluminación.

A pesar de este carácter siniestro con el que aparece retratado en las fuentes bibliográficas que nos han llegado, la obra de Valdés Leal es bastante variada y su iconografía responde a los gustos y dictámenes de su entorno y de la época. Prueba de ello es el cuadro Virgen del Rosario con el Niño, óleo que saldrá a puja el próximo 14 de abril en Sevilla como pieza estrella del catálogo de la cita de primavera promovida por Arte, Información y Gestión. Sin duda, esta obra, con un precio de salida de 210.000 euros, es la gran protagonista de la convocatoria que promueve la casa de subastas de Cajasol, asentada ya como una de las principales referencias de su siempre complicado sector. Las piezas que salen a subasta, que componen un total de 739 lotes (entre cuadros, joyas y artes decorativas), se expondrán en la sede del centro cultural de la calle Laraña a partir del próximo 4 de abril.

Esta pieza mariana, realizada hacia 1670 y que se conserva con el marco de la época, es propia de la etapa de madurez de Valdés Leal. En ella se observan con claridad sus características de estilo, como la gran soltura de su pincelada, según figura en el catálogo de la subasta que ya puede consultarse en su versión digital. La viva expresividad que transmite esta pintura, de extraordinaria amabilidad y belleza, aleja al artista de los "absurdos tópicos que le relacionan con temas pocos agradables", se indica en la ficha técnica de esta pieza en la que ha colaborado para su catalogación el catedrático de la Hispalense Enrique Valdivieso, la voz más autorizada del barroco sevillano.

El interés por Valdés Leal en la subasta de Arte, Información y Gestión no es nuevo. En la primavera de 2007, esta misma institución puso a la venta La coronación de San José, a un precio de 120.000 euros.

Entre otros atractivos que reservará la subasta también se encuentran el óleo Feria de Sevilla, pintado por Manuel García y Rodríguez (1863-1925), que sale a puja por 40.000 euros y en el que se percibe, según destaca el catálogo de Arte, Información y Gestión, "la pincelada suelta, ágil y vivaz del maestro sevillano"; y un gouache sobre papel de Máximo Moreno que sirvió de original para la portada del disco Hijos del agobio del grupo Triana, una pieza codiciada por coleccionistas que tendrá un precio inicial de 8.000 euros.