crónica personal

Pilar Cernuda

A la derecha de la derecha

MARIO Conde prepara estos días el primer congreso de un movimiento que ha llamado "Sociedad Civil". Entre sus principios se encuentra dar más voz a los ciudadanos frente a las decisiones de los políticos, y recuperar unos principios y valores que ahora mismo brillan por su ausencia.

Dicen también los críticos que Mario Conde va a hacer un roto a Mariano Rajoy y al PP. Ya es más dudoso. Al contrario, lo que puede centrar a Mariano Rajoy y al PP es que aparezca a su derecha algo con cierta enjundia, porque de esa manera se cumpliría el objetivo de Rajoy de que se le viera como un partido centrado, absolutamente ajeno a la derecha radical.

Mario Conde tiene su público, al que cuida a través de sus programas de televisión, y Rajoy el suyo. Seguro que se encuentran en algunos tramos del camino, pero hoy por hoy parece impensable que Sociedad Civil vaya a restar votos al PP, entre otras razones porque los españoles que admiran a Mario Conde, al que consideran un hombre perseguido porque intentó tener relevancia política, y al que consideran también un hombre con principios de los que carecen muchos personajes públicos, son españoles que quieren por encima de todo que el Gobierno socialista pase a ser un mal sueño, y eso solo puede lograrlo hoy por hoy el Partido Popular. Ni siquiera Mario Conde, en el caso de que convirtiera SC en un partido político y se presentara a las elecciones, tiene posibilidad de hacer sombra al candidato Rubalcaba. Al menos ahora. El voto útil, se dice.

La figura de Mario Conde es digna de análisis. La capacidad de resurgir de sus cenizas como el ave fénix le convierte en un personaje singular, que además maneja muy bien los resortes de la comunicación sin necesidad de rodearse de expertos y asesores. Incluso el aire de telepredicador que utiliza en sus programas lo controla suficientemente como para no caer en el ridículo, y transmite sus mensajes con una convicción que atrapa.

¿Estamos ante una nueva figura de la política? Financió en su momento el partido que quiso crear Verstrynge y financió el CDS post Suárez. Ahora no parece que quiera tener protagonismo político, pero no se sabe; le falla la biografía a pesar de que ha logrado presentarse como una víctima y cae en un error que se da en muchos personajes públicos: va "sobrado", de vuelta de todo, y eso suele provocar rechazo.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios