MAR BARRERO

El mercado inmobiliario, en el punto de mira

Los inversores vuelven a interesarse por el mercado inmobiliario, aunque no a cualquier precio Por ahora, descartan la compra directa

AUNQUE aún estamos lejos de poder hablar de reactivación del mercado inmobiliario español, cada vez son más los inversores nacionales y, sobre todo, internacionales interesados en incorporar en sus carteras este tipo de activos. Sí es verdad que aún se espera que los precios de los distintos tipos de activos sigan corrigiendo a lo largo de los próximos meses, pero en porcentajes cada vez menores e, incluso, se prevé que en las mejores zonas de las grandes ciudades permanezcan estables o levemente al alza. Ante esta situación, los inversores parecen dispuestos a aprovechar el ciclo: comprar barato ahora, sacar rentabilidad con el alquiler durante unos años y vender más caro dentro de unos ejercicios cuando el mercado se haya recuperado.

La forma de acceder al sector inmobiliario español por parte de los inversores está siendo, sin embargo, muy diferente a la que era habitual antes del estallido de la crisis. Los grandes inversores ya no compran directamente el ladrillo sino que prefieren comprar paquetes de acciones de sociedades inmobiliarias (Socimis) de nueva creación, cotizadas en bolsa. Es decir, los nuevos inversores son más cautos y no quieren asumir grandes riesgos en nuestro mercado. Por ello, prefieren ceder a sociedades creadas por analistas y gestores españoles especializados en el sector inmobiliario la formación de las carteras inmobiliarias, su gestión, administración... A cambio del dinero de esos inversores, estas sociedades les ofrecen una determinada rentabilidad anual prefijada y el cobro de dividendos cuando los inmuebles en cartera empiecen a generar beneficios.

De momento, desde noviembre pasado ya han saltado al parqué siguiendo la estructura de Socimi, las sociedades Entrecampos y Promorent, ambas a través del MAB (Mercado Alternativo Bursátil), Merlín y Lar España, que cotizan en el Mercado Continuo. También ha empezado a cotizar este año Hispania, pero lo ha hecho como sociedad anónima en lugar de como Socimi con el fin de tener más flexibilidad a la hora de crear su cartera inmobiliaria antes de empezar a repartir dividendos (las Socimis, para poder beneficiarse de una menor tributación en el Impuesto de Sociedades deben empezar a repartir dividendos en un plazo no superior a tres años desde su creación). Hispania cuenta entre sus accionistas con George Soros y Jonh Paulson, dos de los mayores gurús financieros del mundo.

La inversión en este tipo de sociedades no sólo está destinada a inversores extranjeros y a grandes patrimonios. Son compañías cotizadas en el mercado bursátil español y, por tanto, accesibles a cualquier inversor interesado en el sector inmobiliario.

Además de con las Socimis españolas, los inversores que quieran aprovechar la mejoría que pueda experimentar el mercado inmobiliario a medio y largo plazo no sólo en nuestro país sino también en otras áreas económicas (como pueda ser Estados Unidos o mercados emergentes) cuentan con los fondos de inversión cuyo patrimonio se destina a la compra de acciones de las sociedades inmobiliarias cotizadas (Socimis o REIT's -Real Estate Investment Trust-). La rentabilidad, medida en euros, acumulada por este tipo de fondos en lo que va de año supera el 10% de media. GVC Gaesco, Fidelity, Schroders, Invesco o Aviva son algunas de las entidades que comercializan este tipo de fondos en España.

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