LA noche de los lunes es un claro ejemplo de que en España se pueden hacer series decentes. El Ministerio del Tiempo en TVE y Los Nuestros en Telecinco dan muestra de que si las ideas originales se trabajan bien se puede conseguir un resultado que, pese a estar lejos de la calidad de otros países, entretiene. La pena es que hay que elegir cuál ver y dejar una para disfrutarla a la carta. Bendito Internet y dispositivos electrónicos que permiten que los espectadores no seamos víctimas de los enfrentamientos de las cadenas. Hoy me decantaré por el tercer capítulo de El Ministerio del Tiempo. Cuando ví el primero el desconcierto fue en aumento. Tras digerirlo llegué a la conclusión de que tenía que disfrutar de la serie desde un punto de vista humorístico y ya me divierto con cada episodio. Lo mejor es que en los capítulos son numerosas las píldoras que se lanzan a las medidas políticas de los últimos años. La retirada de la paga extra de Navidad a los funcionarios o los secretos que tienen los responsables del ministerio son algunos de los temas que la serie de TVE ha tratado. Resulta extraño. La cadena pública no acostumbra a criticar estos aspectos y por fin son capaces de emitir una serie con estos golpes críticos. Lo hacen a través de diálogos fáciles de seguir y con una buena mezcla del lenguaje del pasado con el de hoy y con frases como "Esto es España, no pasa nada por improvisar" que todos hemos escuchado alguna vez en nuestro día a día. Así el trabajo de guión engancha al espectador y lo mantiene frente al televisor durante 70 minutos que se pasan muy rápido.

El Ministerio... cuenta con un gran reparto, algo que también faltaba en los últimos estrenos de series españolas. Destaca el trabajo de Rodolfo Sancho, que ha pasado de dar vida al rey Fernando en Isabel a meterse en la piel de un hombre del presente que viaja por siglos pasados sin que la sombra del monarca que tantos éxitos le ha dado le persiga. Las interpretaciones de sus dos compañeros de aventura, Aura Garrido y Nacho Fresneda son brillantes. Los tres forman un tándem perfecto. Cayetana Guillén Cuervo, Juan Gea y Natalia Millán rematan un reparto que sospecho que ya quisieran otros. Entre los grandes aciertos también está el que los capítulos sean una trama cerrada. En cada episodio se viaja a un siglo y se resuelve un caso, sin la manía española de alargar innecesariamente las historias. Y tras los capítulos se emite La puerta del tiempo, un plus de calidad donde miembros del equipo y del reparto cuentan cómo han trabajado. Una serie que enseña historia y cultura, que al fin y al cabo es lo que tendría que hacer siempre la televisión. Esto se observa en uno de sus grandes logros: Conseguir traer la historia hasta las redes sociales El lunes pasado uno de los protagonistas fue Lope de Vega, que se convirtió en Trending Topic durante varias horas en Twitter. ¿Hubiera sido un escritor de su época alguna vez uno de los temas más comentados en la red si una serie de televisión no enseña cómo ha sido la historia del país? Lo dudo.