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Helena Arriaza

RTVE lanza al precipicio su mejor programa

ALASKA y Segura es el mejor formato que tiene La 1 y al mismo tiempo uno de los menos cuidados por quienes deciden la programación. Los primeros episodios de esta temporada se emitieron en torno a la medianoche, hora en la que un lunes el sueño acecha a los espectadores y eso se nota al día siguiente cuando se consultan los datos de audiencia. El primer programa anotó un decente 6% de share pero conforme han pasado las semanas la cifra ha ido bajando. Lógico. Pero si ese horario ya era tardío lo de hoy no tiene nombre. Alaska y Segura se emite esta noche a la 01.05 horas. Si obtienen más de un 3% se podrían dar más que satisfechos. Menos mal que hoy en día gracias a Internet se puede disfrutar de los programas a la carta. Para un producto bueno que tiene la pública no hay derecho a que haya que aguantar despiertos hasta casi las 3 de la mañana para terminar de verlo. Lo que hacen con este formato es otra de las incoherencias a las que últimamente acostumbra la corporación. O se pasan o no llegan. O adelantan el prime time o retrasan los programas hasta el límite. O hacen cosas buenas a deshora o programan lo más malo un sábado por la noche durante demasiadas horas. Sí, Alfombra Roja Palace. Y nada les sale bien.

Pero no solo el horario es lo único que han hecho mal en la nueva etapa de este formato. Las dos primeras temporadas, Torres y Reyes y Alaska y Coronas, se emitieron en La 2. Con el anuncio de que Alaska y Segura pasaba a La 1 la pública hizo creer que de esa manera daba más importancia al espacio. Pero lo que han hecho con el cambio es lanzarlo al precipicio. ¿Por qué no lo dejaron en La 2 si encaja mejor ahí? La pretensión de un programa dirigido a un público en el que prima más la calidad que la cantidad no debe ser competir con los grandes desde la cadena principal de RTVE. La premisa que deben seguir todos los que forman parte de alguna forma de este programa es ofrecer contenido de calidad y entretener. Pero los de arriba no lo hacen y sin eso es imposible mantenerse. Menos mal que gracias a los trabajadores del programa la esencia del show no se ha perdido. Porque pocas veces se transmite a través de la pantalla la unión, el buen trabajo, la pasión y las ganas que hay en un equipo tanto delante como detrás de las cámaras y en este programa se consigue. Santiago no es santo de mi devoción pero su papel en este formato es exquisito y la pareja que forma con Alaska es de diez. Ojalá todos los programas contasen con una actitud tan elegante y con contenidos e invitados tan bien elegidos. Y con un excelente trabajo como el que hacen los encargados de las redes sociales de Alaska y Segura. Es un gustazo cómo las gestionan. Si lo véis, hacerlo con un ojo en la tele y otro en Twitter. Da gusto. Echo de menos formatos como este en la televisión donde se unen la calidad, la actualidad, las nuevas tecnologías, la buena educación y el aprendizaje. Disfrutemos mientras dure, que aunque todo indique lo contrario espero que no sea poco.

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