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Helena Arriaza

Un 'Gran Hermano' muy perro

UNA vez más me declaro fan incondicional de Gran Hermano. La edición diecishhheis lleva tres semanas en funcionamiento y no me había decidido a escribir sobre ella para darle varias oportunidades de mejorar. Pero ya ha pasado tiempo suficiente como para decir que es una de las temporadas que menos me está gustando de la historia del reality.

Cuando terminó la primera gala, en la que a los espectadores nos hicieron partícipes de casi todos los secretos de los concursantes, me quedé desconcertada. No entendía, y sigo sin entender, el por qué de tanto shhhecretismo. ¿Qué sentido tiene que algunos oculten que hay un jardín secreto o que otra no pueda decir que ha ganado medallas como atleta? Por no hablar de hacer creer que es madre cuando lo que tiene es un bebé reborn. Lo de ocultar ser pareja, ser madre e hija, hacer creer que son madre e hijo sin serlo o aguantar sin hablar español para que no descubran que eres un chino granaíno aún tiene un pase. Tiene algo más de diversión ver cómo no meten la pata y descubren sus relaciones. Pero no es nada nuevo, ya lo han hecho en otras ediciones.

Tampoco es nuevo que la mala de Guadalix se vaya pronto a su casa. El comportamiento de la ya famosa Maite no era correcto y faltó el respeto a sus compañeros en numerosas ocasiones. Pero era la que más chispa daba al concurso. Una pena que tan pronto como salió nominada los votantes la mandaron a casa. Y eso que su expulsión me pareció muy justa. Además pensé que el hecho de que ella regresase a conducir su autobús a Navarra iba a ser aprovechado por el resto de los habitantes, que sacarían más su carácter y se harían más visibles. Pero no. Ahora todo es de lo más aburrido pese a que el Súper y su equipo de guionistas intentan sacarlos de quicio con la falta de comida y los absurdos secretos que aún están sin descubrir.

Tras la expulsión del muchacho de color con acento sevillano, Muti, en Guadalix queda un conjunto de habitantes, en su mayoría catalanes, de lo más variopinto: La rubia explosiva que hace honor a lo de rubia tonta, la jovencita que solo piensa en llevar chicos a su cama, las que se meten en todo con el único objetivo de tener protagonismo y resultan de lo más desagradables, el joven musculado que se cree alguien y que su mente no da para más que hacer un corte de manga a la audiencia. Después están los "muebles" que pasan sin pena ni gloria como el médico, la pareja formada por Ken y la mexicana o la madre del reborn.

A día de hoy nuestros favoritos son Han y Aritz. El chino porque es el único con el que me río. El vasco porque parece el único con dos dedos de frente pese a no quitarse el sombrero ni para dormir. Pero antes que ellos mi predilecto era Itto. No es que sea muy amante de los animales pero si el año pasado la más inteligente de la casa me parecía Rubia, la cabra, en esta edición el perro de Ivy era el más cuerdo aunque no dejasen de marearlo. Una pena que el jueves lo sacaran de Guadalix. Me uno a los memes que piden su repesca.

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