VA a ser cierto eso de que todo pasa por algo. Hace justo un año Jesús Cintora era apartado de Las mañanas de Cuatro. Esto suscitó numerosas y merecidas críticas hacia Mediaset e incendió las redes sociales con comentarios contra el grupo por tomar la decisión de prescindir de uno de sus presentadores más queridos para el matinal de una de sus cadenas por "la línea editorial" que deben seguir los trabajadores y que según ellos Cintora no cumplía. Los directivos de Mediaset han sido listos, o al menos han intentado serlo. Prohibieron al periodista opinar en el programa que presentaba pero al ver las quejas de los espectadores le han buscado un programa en el que pueda hacerlo. Casi un año más tarde de su destitución Cintora ha estrenado un espacio en el que puede hacer lo que tanto echan de menos quienes le seguían, involucrarse en los temas a tratar. Desde hace dos semanas los lunes por la noche se emite Cintora a pie de calle. Posiblemente el presentador ahora se sienta más a gusto que en su anterior programa y vea algo positivo en todo lo que ocurrió. Si su sustitución no hubiera tenido lugar seguiría como estaba y no hubiera llegado a tener un formato como el de ahora. Pero esto se ha convertido en un arma de doble filo. Solo lleva dos programas, hay que darle tiempo, pero de momento el nuevo formato de Madiaset no va más allá de lo correcto y la buena intención por investigar temas de interés. No hay que caer en el error de comparar a Cintora con Évole ni a Cintora a pie de calle con Salvados. La trayectoria del de La Sexta haciendo periodismo de calle no es la misma que la del de Mediaset y los temas que tratan y la forma en la que lo hacen también son diferentes. Si coinciden en algo es en hacer periodismo a pie de calle y en buscar versiones de las diferentes partes, algo que los espectadores deberíamos agradecer. De hecho que en toda la parrilla española solo haya dos programas de este tipo es insuficiente. Pero no hace falta hacer ninguna comparación para darse cuenta de que el programa de Cintora aún está demasiado verde. El presentador da lo mejor de sí, se involucra en los temas, habla con varias fuentes, opina, informa… Pero aún no se le ve cómodo, en ocasiones sus discursos resultan algo forzados, restando naturalidad a sus conversaciones con los entrevistados. En la realización, aunque no son muy evidentes, también hay algunos fallos de continuidad y los grafismos son excesivos. Además ya ha habido algún entrevistado que se ha quejado por cómo han editado sus declaraciones.

La intención de Cintora a pie de calle es buena. Por ese motivo no hay que tirar la toalla ya. Hay que darle algunas semanas más para ver si se afianza como un formato de periodismo de calidad que consigue aportar a la sociedad información de valor. Eso sí, si dentro de varios lunes no hay un giro en los aspectos a mejorar Mediaset decidirá retirar el programa y esta vez los espectadores estarán de acuerdo.