El poliedro

Libertadentre paréntesis

La controversia sobre las disensiones en la patronal por las declaraciones de Ferrán originan dudas sobre su papel

EN un club, al presidente siempre debe exigírsele prudencia y, sobre todo, que no se beneficie de forma privada del cargo. Y en una comunidad de vecinos, y en un consejo de administración, y en cualquier empresa (aunque, en este caso, si el presidente es dueño absoluto, puede ser imprudente y trincón, si es que este término es aplicable cuando uno hace malabares con los dineros propios). Más aún deben exigirse esos dos comportamientos a los metapresidentes, es decir, a los que ostentan la máxima representación de las asociaciones de empresas, o sea, las llamadas patronales. No debemos, sin embargo, confundir prudencia con tibieza o falta de claridad. Más bien, que la opinión expresada públicamente, pudiendo ser contundente, sea consensuada, particularmente en los temas clave o críticos. Consesuada, al menos, entre los miembros de la patronal en cuestión que, como es sabido, no es toda la población empresarial del territorio o sector, en ninguno de los casos.

Por eso, la respuesta de la patronal andaluza CEA a las desafortunadísimas declaraciones de Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, son lógicas. Evidentemente, ver la desunión y la lucha existentes entre los representantes empresariales es un espectáculo también muy inoportuno. No están los tiempos para decir que debe abrirse un "paréntesis" en el libre mercado -¿para que el Gobierno tutele la crisis con excepcionales manos libres?-, como dijo Ferrán. De acuerdo, es una metedura de pata sin paliativos, y quizá algo más. Aunque no fuera su verdadera intención, la cosa suena a pedir una interinidad en las reglas, una suspensión temporal de las garantías, una especie de interregno como el de Primo de Rivera. Yuyu. Y, además, la petición huele a voluntad de dar el sitio a quien te apoya en cuitas privadas. Recordemos que Ferrán es dueño de Marsans, y por tanto de Aerolíneas Argentinas, que, como es tristemente habitual en el país de los Kirchner, supone un nuevo caso de reclamación patriotera por parte un Estado negligente que, tradicionalmente, ha dilapidado su patrimonio y ha sido salvado por los nuevos conquistadores españoles. Después de decir esto, en Buenos Aires no saldría uno sin gafas de sol y gabardina con cuello alzado a la calle, pero bueno, es una manera -quizá desabrida- de decir lo que hay.

Parece ser que Zapatero apoya los intereses de Ferrán en Argentina, con una vocación institucional, también es de suponer. Y el empresario aún presidente de empresarios no ha tenido mejor forma de estar agradecido que metiendo un patón. Y en eso llegó Santiago. Santiago Herrero, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Y mandó parar desde el Sur. Con razón, por supuesto: el patinazo del que fue su adversario electoral era supino. Pero es inevitable pensar que su respuesta -"ha provocado la peor crisis de la CEOE"-deriva de un conjunto de motivaciones, y no sólo de la alarmista sugerencia de Ferrán. De todas formas, a la postre, es sano contravenir el "prietas las filas" de vez en cuando, ¿no creen?

Cabe hacer otra reflexión. ¿Un empresario de éxito es un buen candidato para presidir una patronal, o el perfil del presidente debe ser más, digamos, político y burocrático? Pensemos en José María Cuevas, al que va a hacer buenísimo Díaz Ferrán si la cosa no cambia mucho. Cuevas tuvo durante lustros sobre sí la sombra de la duda de si era un funcionario. Y quizá un empresario puro lo que debe hacer es dedicarse a sus empresas en cuerpo y alma. Se me ocurre otro caso paralelo, pero que corre en sentido inverso: un presidente de Endesa que decide entrar en la política y que, con la perspectiva de los meses, deja también tras de sí una estela de resbalones e incontinencia. Claro, que hay quien puede pensar que no por ser presidente de una de las joyas de la corona eres un empresario puro...

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios