PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Llámenla Sala Diez

ESTÁ en la calle Sol pero es el escenario que más noches alumbra la escena sevillana. Se llama Sala Cero pero merece que la denominemos Sala Diez. El espacio escénico que dirigen Elías Sevillano y Ángel López se ha ganado a lo largo de diez años, por méritos propios, el aura de prestigio y respetabilidad que los ciudadanos profanos en la materia no le conceden, de entrada, a las que se llamaban salas de teatro alternativo. Ahora ya le confieren a priori el marchamo de calidad a los espectáculos que ahí se representan, igual que le presuponen esa vitola a la programación de los teatros públicos de la ciudad. La Sala Cero equivale a pasárselo bien. Y eso es un valor muy apreciable en estos tiempos de invierno económico.

La congénita capacidad de los teatreros para poner al mal tiempo buena cara, con su particular metamorfosis personal en el breve trayecto que va desde el camerino hasta el escenario para encandilar al respetable y olvidarse de sus propias penurias, les hace especialmente capaces de sobrevivir a todos los problemas, incluso a las recesiones. La Sala Cero está en sintonía con todo el movimiento de compañías que en Sevilla han convertido la competencia en colaboración, la rivalidad en superación, la búsqueda de público en especialización. Y, como novedad, ofrece un acuerdo con el restaurante El Bacalao para vender conjuntamente teatro más cena a 27 euros. Esa alianza entre espectáculo y gastronomía podría fraguarse también en el Duque con la Imperdible, en la Puerta de Jerez con La Fundición, etc.

El único teatro abierto en Sevilla la noche del pasado 25 de diciembre era la Sala Cero. Eso son ganas de trabajar y amor a las artes escénicas. Es un gesto que muchos desprecian, salvo cuando viajan a Nueva York, París, Londres o Madrid y les resulta encantador en esas metrópolis que los teatros animen las noches navideñas y hagan funciones de Nochevieja con descanso para el cotillón y las campanadas. Gracias, Sala Cero, por mermarle a Sevilla la costra de aburrimiento.

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