Jesús Posada. Presidente del Congreso

"Privatizar con control público suele derivar en una mejor gestión"

  • Referente del PP con Aznar y Rajoy, considera necesarios y posibles los acuerdos con el resto de partidos políticos.

La entrevista se desarrolla en la terraza de una vivienda veraniega de Punta Umbría diseñada décadas atrás por Jaime Montaner, ex consejero de la Junta. De fondo, voces de niños y el ladrido de un perro. Jesús Posada Moreno (Soria, 1945) no para de gesticular a cada respuesta, pero habla con la pausa de quien se sitúa en tercer lugar en la jerarquía del Estado, tras el Rey y el presidente del Gobierno. Cada año recala en Huelva, provincia de la que fue gobernador civil entre 1979 y 1981. El nombre de una de sus hijas, Rocío, evoca su paso por tierras sureñas. "¿El oro olímpico? Para el pueblo español".

-Dos noticias aparecen con frecuencia en los buscadores de internet cuando se introducen las palabras Posada y Congreso: el retrato de Bono por el que se pagaron 82.000 euros y el exabrupto de la diputada Fabra. ¿Algo positivo que haya sucedido en este periodo en la Cámara Baja?

-La gente se interesa por cuestiones diversas y no me extraña que esos dos asuntos que cita usted aparezcan con asiduidad. El retrato tiene el precio que fijó el artista y es el mismo que se pagó hace años por el de Félix Pons; luego, no se ha hecho nada extraordinario. Y la diputada Fabra pidió perdón y espero que con ello se haya puesto punto final al tema, pero hay otros asuntos importantes.

-¿Por ejemplo?

-La integración del Grupo Mixto, donde hay 18 diputados, incluidos los de Amaiur. Al comienzo de la legislatura tuvimos un problema grave con esto y la solución que logramos tiene mucha transcendencia.

-¿Qué nota le pone al diálogo PP-PSOE?

-¿Ahora mismo? Un cinco. Muchos pensarán que no, pero ha habido algunos acuerdos, como el alcanzado para la contención del déficit de las autonomías, con sus matices de última hora. Ahora bien: el PP tiene mayoría absoluta y un mandato de las urnas al que debe dar cumplimiento, aunque muchas decisiones son difíciles. Ni puede abandonar ese camino ni es fácil que otros partidos puedan sumarse a él. Un consenso general es complicado, pero no lo son los acuerdos parciales.

-¿Cómo cuáles?

-Mire, si hace tres meses se hubiera hablado de un acuerdo para renovar el Tribunal Constitucional, el CGPJ, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo, muchos habrían dicho que eso era imposible. Pero la realidad ha demostrado lo contrario. Eso es capital.

-Cuestión aparte son los límites de déficit impuestos a las comunidades autónomas.

-No, no, el acuerdo está, aunque haya diferencias sobre cómo llevarlo a cabo. Hay detalles que desconozco, pero el desacuerdo habido por la oposición de algunas comunidades, como Andalucía, es funesto para España y para su imagen en el exterior. Es una lástima porque en el análisis de fondo ambos partidos están de acuerdo en esa cuestión.

-A Andalucía se le ha incrementado en 3.000 millones el recorte del gasto para mantener el déficit cuando no es de las comunidades más endeudadas.

-Yo defiendo las comunidades autónomas. Ahora bien, se han hecho gastos a lo largo de estos años que a ojos de hoy no tienen justificación, ni en Andalucía ni en otras comunidades. Ya le digo que no conozco los detalles de la deuda, pero sí sé que el acuerdo nos interesa a todos. La gente sabe que aquí no hay ni buenos ni malos, como también sabe que toca apretarse el cinturón.

-¿Y ese mandato y esa mayoría absoluta a la que se refiere usted le dan carta blanca al PP para hacer las reformas en solitario? Existe una fuerte contestación social.

-La mayoría absoluta te obliga enormemente porque no te da oportunidad a poner excusas. Eso no significa que no debas hablar con los demás partidos. El PP lo ha hecho. ¿Que se debería haber hablado más? Probablemente sí. Ocurre que las medidas adoptadas son muy dolorosas.

-El CIS atribuye al PP una pérdida de ocho puntos respecto a las pasadas elecciones.

-Es verdad. La población reacciona ante esas decisiones y, sinceramente, yo así lo esperaba, aunque no de forma tan acusada. Lo que tenemos que hacer hay que hacerlo en cuatro años. Estamos en el peor momento del camino, pero vamos a salir bien.

-Esa reacción se debe en buena medida a que ustedes han incumplido gran parte de su programa electoral: han subido el IRPF y el IVA, en tanto que han recortado en pensiones, sanidad, educación y dependencia.

-Estamos en una situación fatal, pero nuestro compromiso es poner solución. Llegamos y nos dimos cuenta de que la situación era mucho más difícil de lo que esperábamos. Eso nos ha obligado a tomar medidas que no queremos tomar, aunque recuerdo que muchas de ellas son temporales, como la subida del IVA. Hay un desfase en los ingresos que esperamos corregir en dos años para poder volver a bajarlo.

-Ustedes afirmaban que subir impuestos contribuiría a contraer el consumo y con ello, los ingresos. Han cambiado de idea por completo y eso también causa desconcierto.

-Bueno, la filosofía que había y que yo he defendido mucho en campaña electoral era gravar la imposición indirecta para rebajar las cotizaciones sociales y mejorar el empleo. Esa era una de las posibilidades que había. Bien es cierto que no éramos partidarios de aumentar los impuestos, pero lo hemos hecho porque los ingresos han caído y el déficit era tal que se los ha comido. Subir el IRPF no es positivo, pero es que no tenemos más remedio que hacerlo.

-También está el futuro de las prestaciones sociales.

-Tenemos que ser conscientes de que va a haber servicios que se van a prestar con menos dinero. Eso es inevitable. Insisto: vamos a tratar de ponernos de acuerdo porque no hay más remedio que recortar.

-¿En este escenario se abre paso la privatización de servicios educativos y sanitarios?

-Cuando hay que ahorrar, hay que buscar todos los caminos. No siempre, pero la privatización con control público suele derivar en una gestión igual de buena o incluso mejor con menos coste. Educación es un ejemplo claro, donde los colegios concertados son mucho más baratos para la Administración que los públicos. Hay que ser minuciosos y no precipitarse.

-Usted habla de un mandato de cuatro años. ¿Quedan descartadas las elecciones anticipadas?

-Eso lo tiene que decidir el presidente del Gobierno. Yo soy partidario de cumplir los cuatro años.

-¿Qué le parece que el Rey se haya reunido en este preciso momento con los sindicatos tras dos años y medio? UGT y CCOO plantean un referéndum sobre los recortes.

-Creo que la Corona está haciendo un magnífico trabajo por España y los españoles, eso lo primero.

-A pesar de...

-A pesar de los incidentes que hayan podido ocurrir. El balance de la labor que desarrolla la Corona es muy positivo. De su trabajo forma parte escuchar a muchas personas y me parece muy bien que reciba a los sindicatos para conocer sus opiniones. Yo estoy absolutamente en contra de ese referéndum porque nuestro sistema político adopta otros enfoques para resolver las discrepancias.

-Quizá uno de los retos que tiene el PP es explicar a los ciudadanos por qué se les sube los impuestos mientras a los bancos se les inyectan miles de millones de euros para darles liquidez.

-Lo primero que hay que subrayar es que el sistema bancario es vital. Si se hundiese, los primeros en sufrir los daños serían los ciudadanos. Lo segundo, que estas ayudas temporales no se conceden a fondo perdido, sino que deberán ser devueltas a un interés determinado, en tanto que las entidades rescatadas saldrán a subasta.

-¿Qué ha pasado con las cajas de ahorros, muchas de las cuáles son auténticos agujeros negros? ¿Sobró gestión política en estas entidades?

-Mi impresión es que, en los últimos quince o veinte años, las cajas se han metido en negocios ajenos a lo que debió ser su actividad: se comportaron como bancos. Y es cierto que la intervención política, en términos generales, llevó a perder el control. Claro, al ser entidades muy cercanas a la gente, muchas de ellas tendieron a meterse en el boom inmobiliario pensando que eso favorecía a todos. Y después hay algunos sinvergüenzas que se han metido en las cajas para defraudar, aunque eso lo dirán los tribunales.

-Esos sinvergüenzas han sido muchos en muchas cajas.

-Sí, pero no creo que la situación de las cajas con problemas se deba sólo a esas personas.

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