Pasarela

Pierre Casiraghi, en capilla

  • El hijo pequeño de Carolina de Mónaco y la aristócrata Beatrice Borromeo se darán el 'sí quiero' a finales de julio en una ceremonia civil, y no el 20 de abril como se esperaba. El 1 de agosto, como es tradición, celebrarán el enlace religioso.

No había confirmación oficial pero todo apuntaba a que las pamelas adornarían Mónaco el próximo lunes, cuando al parecer iba a celebrarse la boda de la pareja más it de la realeza europea, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo. Todo un acontecimiento teniendo en cuenta que tiene a la familia Grimaldi como protagonista. Aun con poca información al respecto la expectación era máxima, pero el arroz tendrá que esperar. A sólo cuatro días del esperado enlace, la revista Hola publicó, aludiendo a fuentes muy cercanas a la pareja, que la boda se aplaza hasta verano. Al parecer, la ceremonia civil será a finales de julio celebrándose la religiosa a primeros de agosto. Lista vip de invitados, el vestido de la novia, el banquete... Son muchos los detalles que quedan por pulir a tres meses del gran acontecimiento monegasco. Expectación absoluta, pero escasa información.

Al igual que hicieron su hermano Andrea y Tatiana Santo Domingo y por deseo expreso de la princesa Carolina, quien quiere que sus hijos sigan sus pasos, la ceremonia civil se celebrará en el Palacio de Mónaco. La boda religiosa, que parece sí tener fecha oficial, el 1 de agosto, tendrá otro escenario, no menos lujoso: las Islas Borromeas, ubicadas en lago Maggiore y propiedad de la familia de Beatrice. 

En cuanto a la celebración, sólo se sabe que distará mucho del gélido enlace religioso del hermano mayor de Pierre con Tatiana Santo Domingo, que tuvo lugar en la estación suiza de Gstaad. El refugio alpino de lujo se convirtió en el centro del glamour mundial por unas horas. Sin más, una fiesta con sello Grimaldi, el mismo que caracterizará al enlace de Pierre y Beatrice.

Los rumores de compromiso les perseguían desde hace tiempo pero no fue hasta finales del 2014 cuando se confirmó que el hijo pequeño de Carolina de Mónaco y su aristócrata novia habían decidido pasar por el altar este año. Conocidos en el papel couché como los novios de Mónaco, Pierre  y Beatrice se conocieron en la Universidad de Luigi Bocconi en Milán, donde ambos estudiaban. De eso hace ahora seis años, por lo que pueden presumir de caminar hacia el altar tras haber compartido un noviazgo largo, estable y consolidado. Un bonito diamante rosa, que la joven luce orgullosa en su dedo, ha sellado su compromiso.

La novia

La bellísima italiana Beatrice Borromeo, de ascendencia aristócrata, es a sus 29 años una periodista voraz. Se graduó en Derecho y Economía por la Universidad Bocconi en 2010, y dos años más tarde se especializó en Periodismo en la Universidad de Columbia, con una maestría en Artes. Actualmente, colabora con Newsweek, The Daily Beast e Il Fatto Quotidiano, periódico desde el que se ha convertido en el azote político de Berlusconi. Su profesión la ha llevado a Estados Unidos, donde pasará una temporada para cubrir los actos relativos a la  campaña de primarias de los partidos republicano y demócrata. Motivo por el  que, aseguran, se ha visto obligada a aplazar su enlace. 

Beatrice aspira a ser la novia perfecta: guapa, simpática y de elegancia depurada. Amante del mundo fashion -una pasión que le viene de familia pues forma parte del nobilísimo linaje de los Marzotto-, debutó como modelo a los dieciséis años desfilando para Chanel, y desde entonces ha trabajado para Valentino, Blumarine o Roberto Cavalli, entre otras casas de moda. Siente verdadera predilección por los diseños de Giorgio Armani, del que todas las quinielas indican vestirá en el día de su boda. El atelier de Valentino, Gucci y Chanel podría ser otra de las opciones alternativas para la periodista. 

El novio

 

El hijo más discreto y menos mediático de Carolina de Mónaco, Pierre Casiraghi es un chico educado, estudioso y con clase. Es, sin lugar a dudas, junto a su hermana, la princesa Carlota, el nieto de Grace Kelly que más ha heredado su estilo. Un gusto que le ha llevado incluso a trabajar como modelo a pesar de su más que conocida timidez.

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