José Rodríguez Polvillo (periodista, 33 años) admite que en sus pinitos como historiador y escritor ha sido determinante el hecho de que su trabajo, en el Gabinete de Comunicación de Gines, esté ubicado físicamente en la biblioteca del municipio. "Tengo acceso a muchos libros y comencé a interesarme por la historia de los distintos pueblos, aunque echaba en falta el libro que a mí me hubiera gustado leer", dice. El volumen ya ha tomado forma en sus manos, está en las librería y se llama Hijos del Aljarafe, la primera recopilación de biografías breves de personajes -unos muy conocidos, como Trajano o el conde-duque de Olivares, y otros ignorados para el gran público, como el torero conocido como Desperdicios- que tienen en común su vinculación con este territorio, que trasciende más por cuestiones de imperiosa actualidad, que por su pasado. Que lo tiene. Y mucho.

El propio José Rodríguez subraya que el viraje de la capital a alguno de los pueblos de la cornisa que ha transformado definitivamente en una zona urbana buena parte del Aljarafe, no es nueva. En los dos años que ha estado trabajando en el libro se ha encontrado con bastantes personalidades que hicieron esa misma mudanza y cita a Mercedes de Velilla, a Alfonso Grosso a Manuel López Farfán, a la poetisa Amparo López del Baño, sevillanos que, como tantos otros, se fueron al "jardín elevado" del Aljarafe buscando más naturaleza, aire puro, tranquilidad, quizá.

Su predilecto, sin embargo, es uno de los grandes y conocidos: el conde-duque de Olivares, por lo que tuvo, al margen de su influencia a nivel nacional, de precursor del Aljarafe como un conjunto. "Él heredó de su padre un importante patrimonio, que fue ampliando con terrenos contiguos que adquirió hasta formar un señorío completo, tres cuartas partes de lo que hoy es la comarca", recuerda el periodista, que, empeñado en controlar todo el proceso del libro, se lo ha autoeditado y hasta creado una página web para venderlo por internet. Entre la treintena de personajes que han tenido cabida en el volumen, hay algunos que serían dignos de una película, como Manuel Domínguez, un torero de Gelves que fue conocido como Desperdicios, con una azarosa vida que le llevó hasta a trabajar como mercenario en Sudamérica y seguir toreando de nuevo en Sevilla, a pesar de que perdió un ojo en una corrida.

Al periodista -hijo también del Aljarafe, nacido en Castilleja de la Cuesta, vinculado a Gines por su mujer y a Valencina por sus abuelos- le ha cautivado también Amparo López del Baño, una de las mujeres más ilustradas de su tiempo, poetisa del romanticismo que se negó a publicar nada en vida. Estuvo vinculada a San Juan de Aznalfarache.

Breves historias de personalidades -ideales para leer en los trayectos de la línea 1 del Metro o de cualquier bus metropolitano- para animar a muchos de los nuevos vecinos que no han encontrado más vinculación al Aljarafe que las cuatro paredes de su casa a buscar el arraigo más allá.