El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, reiteró ayer que no tiene ninguna prisa por vender ni cerrar acuerdos sobre los terrenos de Cortijo de Cuarto, la principal zona de expansión de la ciudad de Sevilla y el patrimonio más valioso con el que cuenta en estos momentos la Diputación, teniendo en cuenta la coyuntura económica y que su objetivo es gestionarlos para sacarles el mayor rendimiento y reinvertirlo en el desarrollo de la provincia.

Sí admitió Villalobos que siguen llegando ofertas y empresas interesadas en las zonas terciarias o de otro tipo previstas junto a las 5.500 viviendas, con algún tipo de protección, que van en la zona. Entre estas entidades, hay importantes superficies comerciales, pero también proyectos más singulares, como el de alguna universidad privada que se habría interesado por ubicarse en la zona, apuntó.

En esta área se ubica de hecho la que fue sede de la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas y que constituye uno de los espacios más singulares de todo el terreno.

Villalobos admitió que es cierto que se lleva "mucho tiempo" hablando del proyecto para la zona, aunque lo achacó a que se trataba de una bolsa de suelo rústico sobre la que hubo que negociar mucho hasta llegar a un acuerdo sobre la configuración con la que quedaría en el PGOU de la ciudad de Sevilla, algo que costó "sangre, sudor y lágrimas", dijo, a pesar de que las negociaciones tuvieron lugar con gobiernos del PSOE tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento hispalense.

El presidente de la Diputación se mostró abierto además a recibir y estudiar cualquier propuesta que llegue al respecto desde la oposición, aunque insistió en que el terreno se debe gestionar sin prisas para lograr las mayores ventajas para la Diputación y, por tanto, para los pueblos que son su razón de ser.