El Sindicato Unificado de Policía (SUP) lamentó este martes que la Jefatura Superior no hubiera destituido a tiempo a la ex responsable de la comisaría de la Policía Nacional en Morón de la Frontera, la inspectora jefa Carmen Moral. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Morón ha ciado a declarar en calidad de imputada a esta responsable policial, que fue denunciada por un subordinado por cuatro delitos: acoso laboral, falsedad documental, malversación de fondos públicos y prevaricación.

El secretario general del SUP en Andalucía, Manuel Espino Heredia, explicó este martes a este periódico que espera que se depuren todas las responsabilidades en este asunto y se planteó la posibilidad de que el sindicato ejerza la acusación popular en la causa. "Creemos que son unos hechos muy graves, de los que la Jefatura tuvo conocimiento y debió haber tomado una decisión firme como era la destitución de la inspectora jefa", apuntó Espino.

Para el representante del sindicato mayoritario de la Policía Nacional, la Jefatura Superior de Sevilla "miró para otro lado" y al no destituir a la jefa de la comisaría de Morón "se ha producido un hecho que va a tener consecuencias para el crédito de la Policía, ya que con el cese de la inspectora jefa esta situación probablemente no habría llegado al extremo que lo ha hecho".

"De aquellos vientos sembrados por la Jefatura han venido estas tempestades", añadió Espino, que recordó que tanto el subinspector denunciante como su esposa están de baja médica por depresión y ambos han sido ya propuestos para la jubilación. "La depresión que sufren les ha provocado una incapacidad, con lo que también supone un quebranto para el erario público, que debe asumir las pensiones por incapacidad de dos funcionarios a los que se les ha cortado su carrera".

La inspectora jefa está citada a declarar como imputada el próximo 17 de octubre. Actualmente esta responsable de la Policía Nacional se encuentra destinada en la comisaría del distrito Triana, en Sevilla capital. En la denuncia que investiga el juzgado, el subinspector alertó de que la inspectora jefa había ordenado presuntamente que no se tramitaran las denuncias para manipular las estadísticas sobre criminalidad. A raíz de denunciar estos hechos, según la versión del subinspector, la responsable de la comisaría le marginó en su trabajo como jefe del servicio de Policía Científica, le abrió tres expedientes disciplinarios por presuntas faltas leves, le negó continuos permisos y días de descanso que por calendario le correspondían y alteró presuntamente unos hechos para que se le imputara penalmente por una supuesta apropiación indebida.