La acusación particular ha solicitado a la juez que mantenga en prisión provisional a José Fernando Ortega Mohedano, el hijo del torero José Ortega Cano, por la gravedad de los hechos que se le imputan en relación con la agresión y el robo producido a las puertas de un club de alterne. En un duro escrito remitido al juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, el abogado Manuel Manzaneque, que representa a la víctima, reprocha a la defensa de José Fernando que intente representar lo sucedido en la madrugada del 2 de noviembre pasado "como una simple pelea entre borrachos que culmina con la inocente broma de llevarse su coche, aprovechando que, supuestamente, las llaves del mismo se le caen del bolsillo" al joven que fue agredido.

El letrado añade que el propio José Fernando, al que la acusación particular reclama una condena de ocho años de prisión, ha reconocido su culpa en relación con los delitos que se le imputan y al tratarse de penas que superan los cinco años de prisión entiende que no puede acordarse su libertad provisional. "Ningún ciudadano español acusado incluso de un simple tirón de bolso, sin haber causado especiales lesiones a la víctima, obtiene la libertad provisional en tres semanas, y difícilmente podrían entender nuestros conciudadanos que el señor Ortega se convierta en una excepción", argumenta el letrado Manzaneque.

En el escrito, la acusación particular también rechaza que se pueda acordar la libertad en virtud del supuesto arraigo familiar de José Fernando, por cuanto que "nadie duda de que el señor Ortega y cualquier hijo de vecino disponga de docenas de familiares -es el caso de determinadas familias de zonas desfavorecidas, con fuertes vínculos étnicos- para acogerle, pero eso hasta la fecha del día de hoy dudo de que haya propiciado una concesión de libertad provisional, máxime cuando ni los padres son capaces de controlar a este tipo de personas, por no hablar del incierto horizonte penitenciario que se cierne sobre el padre del acusado", en clara alusión a la condena del torero por el accidente de Castilblanco de los Arroyos en el que murió Carlos Parra.

La acusación particular rechaza, de otro lado, las circunstancias atenuantes alegadas por la defensa, como la supuesta drogadicción de José Fernando, la colaboración con la autoridad judicial y la reparación del daño. Sobre este último aspecto y, en referencia a los 1.200 euros consignados por el padre de José Fernando como indemnización, el letrado señala que con ese dinero "ni se paga el importe de las lesiones, por leves que sean, más la equipación deportiva de la víctima", ni tampoco se cubre el importe del automóvil.

Por último, Manzaneque recuerda que el acusado no se ha disculpado ni arrepentido, sino que incluso su defensa "vilipendia" a la víctima al revelar la causa que tiene abierta en la actualidad. "Esto es el regocijo del verdugo, el golpe final que Ortega propina a quien acorraló, golpeó y robó".