Esteban Marchena lleva casi cuarenta años viviendo en Mallorca, donde trabaja como camarero en un hotel. Tuvo un infancia difícil, pasando por hospicios e internados hasta que comenzó a trabajar y decidió emigrar a las islas Baleares siendo aún adolescente. Una juez de Utrera acaba de reconocerle como hijo biológico, nacido fuera del matrimonio, de un hombre de Los Molares fallecido en el año 2001. Ahora, tras un litigio con sus hermanos de padre que ha durado cinco años, tiene derecho a recibir parte de la herencia familiar, valorada en más de dos millones de euros.

"Esta sentencia supone un alivio no sólo para mí sino también para mi madre, que murió hace dos meses. La lástima ha sido que haya muerto antes de verla, porque fue engañada y de ella se aprovechó un hombre que tuvo una relación con ella, fruto de la cual nací yo", aseguró este lunes a este periódico el protagonista de esta historia, de 54 años, que agradeció el trabajo de su abogado, Fernando Osuna, para ganar este pleito y ser reconocido como hijo biológico de su padre.

Esteban nació fruto de una relación extramatrimonial entre su padre, que contaba con un buen patrimonio, y una mujer que trabajaba en ese momento como sirvienta en su casa. El padre se negó a reconocerlo como hijo y a ayudarle económicamente. "El padre del demandante hizo testamento y no dejó bienes para el hijo extramatrimonial. Después de la entrada en vigor de la Constitución y de las normas reformadas del Código Civil, adaptadas a la Magna Carta, no se puede discriminar, a efectos hereditarios, a los hijos , según se hayan concebido o no fuera del matrimonio", apuntó el letrado Fernando Osuna, que lleva otros asuntos similares a éste.

"Se ha comprobado que al menos hay una finca rústica y viviendas. Es posible que haya más patrimonio, pero puede ser que esté oculto. Los familiares adinerados, con mala fe, destruyeron los restos óseos que estaban enterrados en el cementerio, para evitar la prueba del ADN , porque temían que diera positiva, tampoco se presentaron en el Instituto de Toxicología de Sevilla para comparar el ADN de ellos con el del camarero, hermano biológico", añadió el abogado.

Toda esta "obstrucción probatoria" presentada por los demandados ha pesado más para la juez que las propias pruebas biológicas, así como los testigos que acreditaron la existencia de una relación extramatrimonial entre su padre y su madre y el extraordinario parecido físico de Esteban con sus hermanos, según consta en la sentencia dictada por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Utrera, contra la que cabe un recurso de apelación ante la Audiencia de Sevilla. Ahora comenzará el proceso para recuperar la herencia que le corresponde.