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El juez imputa al conductor de la barredora que atropelló a un vecino

  • El vehículo municipal se había quedado sin frenos días antes del accidente mortal y tenía caducada la ITV desde 2012 La familia de la víctima denuncia las "graves negligencias"

Un juzgado de Osuna ha imputado al conductor de la máquina barredora del Ayuntamiento que el pasado 28 de octubre atropelló mortalmente a Manuel Galván García, de 62 años, que transitaba por una acera frente a la Administración de Hacienda de la localidad. El accidente provocó además heridas de diversa consideración a otras cuatro personas y daños materiales en otros vehículos y en la fachada del edificio.

El abogado Manuel Salinero, del bufete RZS abogados y que representa a los familiares de la víctima, denunció ayer que el trágico suceso se debe a un "cúmulo de muy graves negligencias", que van desde el hecho de que la barredora tenía la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) caducada desde hace más de tres años -de mayo de 2012- hasta que tan sólo unos días antes el vehículo ya se había quedado sin frenos, y también que los trabajadores municipales no habían recibido ningún curso ni formación en materia de prevención de riesgos laborales, precisó el letrado, que lamentó el hecho de que el Ayuntamiento, cuya Policía Local se encarga del multar a los conductores que circulan con la ITV caducada, no tenga en regla los vehículos que forman parte de su parque móvil.

De hecho, la Policía Local constata en un informe remitido al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Osuna las irregularidades relacionadas con la barredora de limpieza municipal que causó la muerte a Manuel Galván, que tenía mujer y dos hijos y era una persona muy conocida en el pueblo, donde regentaba una barbería. Para empezar, los agentes señalan que el vehículo era ocupado por tres personas, el conductor y dos operarios, a pesar de que el número de plazas autorizadas es sólo de dos.

Asimismo, el informe policial pone de manifiesto que el vehículo, que podía alcanzar una velocidad máxima de 41,2 kilómetros por hora, tenía caducada la ITV desde el 14 de mayo de 2012.

En cuanto a los daños detectados en la barredora y a la espera de conocer el resultado del estudio realizado por el personal competente sobre los órganos mecánico-electrónicos de la máquina accidentada, la Policía señala que sobre el lugar de los hechos "se aprecian rotura y desprendimiento de la luna delantera y afectación al brazo articulado anterior con cepillos, lateral izquierdo e interior de la cabina de la misma".

Sobre los fallos de los frenos, los dos trabajadores que acompañaban al conductor imputado, Antonio C. R. -que declarará en el juzgado de Instrucción de Osuna el próximo día 17 de diciembre-, han coincidido en que ese problema era conocido por todas las personas, incluso los encargados de la empresa.

De hecho, uno de los testigos relató que unos días antes del suceso el "conductor titular" de la máquina se quedó sin frenos cuando circulaba por la cuesta de la Reolla, por lo que plantó el cepillo con la intención de "frenar la máquina". El cepillo se rompió y al día siguiente fue soldado en la nave. Según esta testigo, en la nave hay una persona que cuando se estropea algo "lo suelda" y hay otra persona encargada de la mecánica.

El conductor imputado, según este testimonio, llevaba "tres días conduciendo" la barredora y "no estaba muy puesto en el uso" de la misma, dado que incluso "no sabía cómo se quitaba el aire".

Los dos empleados que acompañaban al conductor aquel día insistieron en que no habían recibido ningún curso de formación ni en materia de prevención de riesgos laborales. Una trabajadora llegó a decir que únicamente le dieron "la escoba para que se pusiera a trabajar". El otro empleado que ha declarado indicó igualmente que le facilitaron el "instrumental para que se pudiera a trabajar sin más", sin recibir formación alguna.

En los trayectos más largos se subían a la barredora. Así, pudo comprobar cómo el día del accidente se dieron cuenta de que el vehículo "arrastraba" la parte de abajo que sirve para aspirar, pero, como ya se iban para la nave donde se guardaba la barredora, los dos trabajadores se subieron a la máquina.

El juzgado que investiga la muerte de Manuel Galván ha reclamado al Ayuntamiento de Osuna que remita la documentación relacionada con las tareas de mantenimiento de la máquina barredora que causó el accidente.

Varias semanas después del atropello mortal, una segunda barredora sufrió el reventón de una rueda delantera en la calle Ortigosa y acabó causando daños en el ventanal de una casa.

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