El Ayuntamiento de Camas tiene previsto que las obras de reurbanización en la calle Santa Brígida -en la que se invertirán 128.000 euros del Plan Supera de la Diputación- arranquen el próximo mes de enero. Será la primera fase de un proyecto más ambicioso de peatonalización, en varias calles del casco histórico, que el gobierno local socialista incluyó en su programa electoral.

Según el alcalde, Rafael Recio, pretenden dotar a esta parte del municipio -una de las pocas que quedan en las que la construcción que domina no lo es en altura, sino horizontal-, de una movilidad "más acorde" con los nuevos tiempos, con nuevo mobiliario que, de alguna forma, contribuya a resaltar los rasgos de identidad que, en una ciudad dormitorio como Camas, suelen pasar desapercibidos y revitalizar esa parte del pueblo, la más antigua, en torno a la iglesia de Santa María de Gracia y la vieja Casa Consistorial.

La calle Santa Brígida es la más pequeña de todas las afectadas, pero conecta otras dos calles principales, Santa María de Gracia y Juan Agustín Palomar, que en siguientes fases también entrarán en el plan de peatonalización. Esta pequeña calle no tiene aparcamientos y, según Recio, fueron los propios vecinos los que plantearon la posibilidad de acotarla al tráfico, de forma que sólo puedan acceder propietarios con plaza de garaje.

Se actuará sobre una superficie de casi 580 metros cuadrados. Los actuales adoquines se sustituirán por un pavimento de granito y mármol, con distintas disposiciones y formatos, y se cambiará todo el mobiliario. Habrá bancos y la renovación en el alumbrado se hará ya con lámparas tipo led, de menor consumo. Las obras se aprovecharán además para que Emasesa ejecute nuevos imbornales en esa zona y no haya que volver a levantarla.

El plan de peatonalización tiene otras dos fases, que el gobierno socialista quiere ejecutar a lo largo de este mismo mandato, con fondos de su propio superávit o el de la Diputación. En la segunda fase se intervendrá en las calles Juan Agustín Palomar (antigua calle Real), desde la plaza de la Constitución hasta la calle San Luis; y en Manuela Luque y Francisco Luque. El presupuesto estimado en este caso está entre los 250.000 y los 300.000 euros y el objetivo es que las obras puedan arrancar también a lo largo del año que viene, 2016. Como ocurre con Santa Brígida, la peatonalización aquí será total, es decir, sólo se podrá acceder en coche a los garajes.

No ocurrirá lo mismo con las calles que se han dejado para la tercera y última fase, Santa María de Gracia, pasando por la Plaza de la Constitución -cerca de la plaza del actual Ayuntamiento, que ya es un gran espacio peatonal- y José Payán, hasta la calle Antonio Machado. En este caso se mantendrá un carril central para los coches aunque los dos sentidos de circulación que se permiten ahora se reducirán a uno sólo, en una única dirección, que pasará por la Plaza de la Iglesia. Alrededor habrá "grandes orillas" para los peatones. La inversión estimada para esta fase es algo mayor, de entre 300.000 y 400.000 euros.

Recio destaca que, pese al recelo inicial que suelen suscitar este tipo de actuaciones, las pérdidas de aparcamiento que se producirán no serán importantes, porque en realidad, tampoco hay muchas plazas para estacionar en estas calles. Al contrario, destaca que, como ha ocurrido en otros cascos históricos en los que se han ejecutado proyectos similares, resurgen con nuevos negocios porque los vecinos terminan haciendo suyas estas calles buscando un sitio seguro y agradable para el paseo.